Vitoria. El paro de dos horas convocado ayer por LAB y ESK en el sector público de la CAV contra los recortes de Patxi López y Mariano Rajoy tuvo escasa repercusión, según las cifras de seguimiento ofrecidas por el Gobierno Vasco y la poca asistencia a las manifestaciones convocadas por ambas centrales. Quedó así en evidencia que las acciones sindicales en Euskadi pierden fuelle cuando no cuentan con el empuje de ELA. En Nafarroa, el apoyo del principal sindicato vasco y el de CCOO -UGT se sumó en Educación- dieron un impulso a la huelga. Las centrales cifraron el seguimiento en torno al 50% entre los funcionarios navarros y miles de personas acudieron a la manifestación celebrada en Iruña. La jornada de ayer transcurrió "con absoluta normalidad" en la CAV según el Gobierno, que calculó que apenas el 1% de los empleados públicos secundaron el paro de dos horas (desde las 11.00 horas hasta las 13.00 horas) convocado por LAB. Algo mayor fue la repercusión en la administración general de Lakua y en Educación, en torno al 4% y al 2%, respectivamente, según el Gobierno.
Tal y como se temían los dirigentes de LAB, la retirada a última hora de ELA restó mucho peso a la convocatoria. En un principio, la mayoría sindical vasca había llamado a una huelga de 24 horas en el sector público, pero ELA y STEE-EILAS decidieron desconvocarla al entender que no era el mejor momento para hacerla, dadas las declaraciones de diferentes consejeros vascos asegurando que no aplicarán las medidas de ajuste en Sanidad y Educación aprobadas en Madrid. Tras este paso atrás, LAB reconoció que no tenía implantación suficiente en las administraciones como para sacar adelante una huelga a jornada completa y dejó la protesta en un paro de dos horas. A pesar de todo, LAB valoró positivamente la jornada de ayer y destacó que su organización logró "cerrar algunos centros", aunque reconoció el varapalo que ha supuesto el plantón de su principal socio en estos casos. ELA, por su parte, celebró concentraciones en los centros de trabajo y manifestaciones en Bilbao, Donostia y Gasteiz para rechazar "los recortes de los derechos laborales y la dinámica de supresión de empleo" de los gobiernos español y vasco. Tanto ELA como LAB celebraron el amplio respaldo obtenido entre los empleados del sector público navarro, donde según los sindicatos el seguimiento fue del 50%.