Vitoria. El goteo no cesa y la reforma laboral continúa allanando el camino de las empresas que buscan poner fin a sus problemas a golpe de ERE de extinción. Le pasó recientemente a Laminaciones Arregui y Alumafel, y le acaba de ocurrir a la plantilla de Beretta Benelli, la firma de armas ubicada en Trespuentes, que a mediados de abril presentó un expediente de extinción para despedir a 23 de sus trabajadores -el 35% de la plantilla-, lo que motivó la convocatoria de una huelga indefinida. En una reunión posterior los trabajadores rechazaron cualquier tipo de negociación y exigieron la retirada inmediata del ERE, algo a lo que accedió la empresa.
Sin embargo, a principios de este mes la dirección volvió a plantear otro ERE de extinción para 18 personas -la última oferta los deja en 17-, una reducción del 10% del salario y la eliminación del transdorte y el complemento de las incapacidades temporales (IT). Una oferta "inasumible" para la plantilla que la dirección no está dipsuesta a modificar. Es más, ya ha anunciado a la plantilla su intención de presentar ante la Delegación de Trabajo el primer ERE que en su día retiró y que supone 23 despidos.
La representación de los trabajadores está convencida de que hay alternativas como las bajas incentivadas voluntarias y las prejubilaciones, por eso ayer inició una huelga indefinida en protesta por la postura de la compañía, "que pretende desprenderse del 35% de los trabajadores de forma gratuita, prepotente y chulesca".