vitoria. Continúan tensándose las relaciones entre la patronal y los sindicatos en Euskadi. Al menos, según la impresión que ayer pudo extraerse de las declaraciones de José María Vázquez Eguskiza, presidente de la patronal vizcaína Cebek, en una entrevista en Radio Euskadi. El representante de la confederación empresarial acusó a los sindicatos de enquistar la negociación colectiva por encontrarse "muy cómodos" en la ultraactividad de los convenios, una "prebenda" que les permite mantener condiciones irreales e inasumibles, "de cuando no había crisis". Vázquez Eguskiza recordó que en la reforma laboral está prevista la prevalencia de los convenios de empresa sobre los sectoriales y sobre los sectoriales territoriales, y puntualizó que la práctica de Cebek es tratar de acordar convenios territoriales sectoriales, instrumentos con los que las empresas se sienten más "cómodas y protegidas". El representante de los empresarios de Bizkaia también censuró que a través de la paralización de la negociación colectiva se está obstruyendo la aplicación teórica de la reforma laboral, lamentando que dada la "enorme resistencia" que hay con el sindicalismo vasco, "no tenemos ningún tipo de posibilidad de hablar de esta cuestión".

Sindicalismo fuera de lugar En este punto, de no encontrarse una "estructuración confederal" para proponer al Gobierno o para negociar una negociación colectiva sectorial territorial, advirtió Vázquez Eguskiza, "la reforma laboral no va a permitir la ultraactividad al infinito", lo que trasladaría la nueva negociación al ámbito empresarial, al supraprovincial o al supraterritorial. "Llegados a este punto el papel del sindicalismo vasco quedaría un poco fuera de lugar ante la falta de capacidad", avisó.

Cuestionado sobre la evolución de la crisis, Vázquez Eguskiza se mostró convencido de que "se saldrá" dentro de un par de años siempre y cuando se toque fondo de verdad. "Hasta la fecha se está intentando regularizar el mundo financiero y todavía no hemos llegado al fondo. Cuando lo hagamos de forma definitiva y creíble iniciaremos la remontada", sentenció. En esa escalada, añadió el empresario, se deberán recuperar valores y comportamientos éticos perdidos en los últimos años en instituciones tan potentes, tan grandes y tan públicas como las que manejan el mundo. "Que tengan que estar siendo sometidas todavía hoy a auditorías porque nunca han dicho una verdad creíble es lamentable".