BRUSELAS. El pasado 2 de mayo, el Ecofin, pese a que reunía la mayoría cualificada necesaria para avanzar con las nuevas normas, decidió tras 16 horas de negociaciones dar a Londres más de tiempo con la esperanza de lograr un consenso sobre este importante expediente. que pretende blindar a la banca de futuras crisis y adaptar a la legislación europea el acuerdo internacional de solvencia bancaria Basilea III, que entrará en vigor el 1 de enero de 2013.
Basilea III exigirá a la banca tener un coeficiente mínimo de capital ordinario del 4,5 % de los activos ponderados por riesgo, un capital de máxima calidad del 6 % y un capital total del 8 %.
El ministro británico, George Osborne, afirmaba que el compromiso no aplicaba al pie de la letra Basilea e insistía en más flexibilidad para aumentar los requisitos a nivel nacional.
El compromiso que debe ser confirmado hoy permite a los países miembros imponer un colchón sistémico adicional de hasta el 3 % del capital para todas las exposiciones -nacional, en terceros países y en otros socios de la UE- y de hasta el 5 % para las domésticas y las de fuera del bloque, sin permiso previo de la Comisión Europea.
Si quieren incrementar las reservas de capital todavía más, tendrán que recibir el visto bueno de la Comisión.
Fuentes europeas han explicado que se tendrá que notificar a la Autoridad Bancaria Europea y a la Junta Europea de Riesgos Sistémicos además de a Bruselas y si hay una opinión negativa después probablemente se pronunciarán los países miembros.
Si el aumento de los requisitos afecta además a otro país de la UE y sus filiales, tendrá que ser informado igualmente y podrá acudir a las instancias europeas si no está conforme.
Este colchón se sumaría a la reserva de conservación de capital del 2,5 % para todos los bancos en la UE y al anticíclico, que se fijará a nivel nacional y que se creará en tiempos de crecimiento económico, que puede llegar hasta el 2,5 %.
Los Estados miembros podrán asimismo imponer, durante un máximo de dos años ampliables, requisitos más duros para las entidades en su territorio, como por ejemplo para el nivel de fondos propios, exigencias para grandes exposiciones, la publicación de los datos, los colchones de conservación, la liquidez y riesgos ponderados, con el fin de hacer frente a burbujas.
La Comisión también podrá imponer para un año medidas más duras.
Finalmente también se incluirá provisiones para la introducción de un requisito de liquidez inicial a partir de 2013 y de un coeficiente de apalancamiento a partir del 1 de enero de 2018, en base a un informe que elaborará la Comisión Europea en 2016.
Si los veintisiete aprueban el compromiso, se iniciarán las negociaciones con el Parlamento Europeo.
Por otra parte, el Ecofin celebrará la reunión anual del Banco Europeo de Inversiones (BEI) e intentará consensuar un candidato para dirigir el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) ante la elección que se celebrará esta semana Londres.
Según el medio especializado Europolitics, hay cinco candidatos: el actual responsable, el alemán Thomas Mirow y el vicepresidente del BEI, Philippe de Fontaine Vive Curtaz, Suma Chakrabarti (Reino Unido), el ex viceprimer ministro serbio Bozidar Djelic y el exjefe del Gobierno polaco Jan Krzysztof Bielecki.
Por último, la Comisión Europea intentará conseguir el mandato para negociar enmiendas a los acuerdos fiscales sobre ahorros bancarios firmados en 2004 con Suiza, Liechtenstein, Mónaco, Andorra y San Marino, un asunto que bloquean Austria y Luxemburgo desde 2009, porque temen que unos acuerdos con esos países impacten negativamente en su propia cultura del secreto bancario.
Ante la lentitud del proceso, Alemania y el Reino Unido optaron por firmar acuerdos bilaterales con Suiza.