Vitoria. En pleno calendario de protestas de la plantilla contra el anuncio por parte de la empresa de 91 despidos y una reducción salarial del 30%, ayer la empresa Celsa Atlantic -la antigua Laminaciones Arregui, firma fundada en los 60 y una histórica de la industria alavesa- comunicó al comité su intención de aplicar a la mayor brevedad un expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción que supondrá el despido de toda la plantilla de sus plantas de Vitoria y Urbina, lo que afectará a 349 trabajadores. El comité, no obstante, no descartó ayer que este anuncio pueda tratarse de un "órdago" a la plantilla para que acepten la propuesta anterior de la empresa, que la dirección ya presentó como una alternativa al cierre. La compañía ha citado a los representantes de los trabajadores a una reunión el martes para iniciar el período de consultas en torno al ERE, que fue registrado el pasado miércoles.

Según explicó Gustavo López de Armentia, representante de ELA, los planes de la empresa de cerrar sus plantas en Álava no han hecho mella en el ánimo de la plantilla, que está dispuesta a mantener los paros que han empezado esta semana y que continuarán la próxima, así como la huelga indefinida que tenían previsto iniciar el 21 de mayo. Las protestas se convocaron a raíz de la amenaza de la dirección de despedir a 91 de los 352 empleados de las plantas de Vitoria y Urbina, y en contra de una reducción salarial del 30% y un aumento de la jornada laboral de 104 horas. El seguimiento de los paros está siendo total, según UGT o ELA, que aseguró que los trabajadores "están hartos de tanto chantaje". Ayer, se celebró una asamblea improvisada frente a las instalaciones de la empresa para trasladar a la plantilla los nuevos planes de la dirección, y la decisión de seguir con las movilizaciones se mantiene, según manifestó este sindicato.

Derivada en Nervacero Pero este ERE podría tener algunos efectos secundarios. Es al menos el temor de CCOO, que ayer advertía de la eventualidad de que los cierres de Gasteiz y Urbina conlleven el de la empresa Nervacero, perteneciente al mismo grupo y que cuenta con unos 350 empleados, según fuentes del sindicato representadas en el comité de la factoría de Trápaga. El comité de Nervacero, que hasta ahora se ha opuesto a aceptar la bajada salarial, el incremento de jornada y los despidos planteados por la empresa, se reunirá el 16 de mayo con la dirección.