Bruselas. La Comisión Europea admitió ayer que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) permite introducir cierto margen a medio plazo para los países que se encuentren en dificultades económicas, pero rehusó confirmar si, como se ha filtrado, dará próximamente un año más a España para cumplir sus objetivos de déficit. "El PEC no sólo permite sino que recomienda la diferenciación entre Estados miembros de acuerdo con su espacio fiscal y sus condiciones económicas", afirmó el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ayer en rueda de prensa.

El cambio de discurso en el seno del Ejecutivo europeo coincide con dos hechos fundamentales: el primero la pérdida de apoyos a las tesis de austeridad extrema de Merkel tras la caída del gobierno holandés y la derrota de Sarkozy y, en segundo lugar, el auge del discurso en favor del crecimiento que ha acompañado a François Hollande en su camino al Elíseo. Esta creciente demanda, que podría favorecer a España más que a ningún otro Estado miembro, podría concretarse en la cumbre extraordinaria que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE celebrarán el próximo 23 de mayo en Bruselas. El tema central, el crecimiento económico.

Equilibrio El responsable de Asuntos Económicos de la CE, que hasta ahora había sido el portavoz de las órdenes de ajuste dictadas desde Bruselas, incidía ayer en que en un artículo del PEC se hace constar que "si se han tomado medidas eficaces" y "aparecen factores económicos adversos e inesperados que tienen efectos importantes desfavorables sobre la hacienda pública, el Consejo, a partir de una recomendación de la Comisión podrá adoptar una recomendación revisada para ampliar por un año el plazo de corrección del déficit excesivo". Olli Rehn recalcó, no obstante, que para países presionados por los mercados como España "la clave para recuperar la confianza reside en abordar los retos fiscales y aplicar reformas estructurales inmediatas". "Es muy importante que todos los Estados miembros respeten las decisiones tomadas por ellos mismos en el Ecofin", añadió el comisario, y explicó que esto implica que aquellos con mayor espacio fiscal "deberían dejar funcionar completamente sus estabilizadores automáticos". Los países más vulnerables, como España, por el contrario "deben abordar sus retos fiscales como parte de las medidas para reconstruir la confianza", insistió.

"Para España la clave para reforzar la confianza es abordar los retos financieros especialmente los problemas de las cajas de ahorro, y en el gasto regional, así como continuar las reformas estructurales", incidió. Rehn no quiso especificar si se dará un año más a España para cumplir su objetivo de déficit -en la actualidad los compromisos son llegar al 5,3% del PIB este año y al 3% el próximo-, pero dijo que tendría más datos al respecto el próximo viernes, cuando la CE presente las previsiones económicas de primavera.

Salvavidas Este posicionamiento del Ejecutivo europeo, a mitad entre las tesis de Merkel y Hollande, permitió ayer al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, no chirriar mucho en sus postulados defendiendo la necesidad de continuar "con el proceso de consolidación fiscal para sanear las cuentas del Estado" y asegurando que "una política de austeridad es compatible con el crecimiento económico siempre que se hagan reformas estructurales".

"Austeridad no es lo contrario de crecimiento, austeridad es lo contrario de despilfarro y, por lo tanto, necesitamos austeridad y crecimiento", respondió el presidente al portavoz de Entesa Catalana, José Montilla, en la sesión de control del Senado.