DONOSTIA. Así lo ha manifestado este testigo durante el juicio que se celebra en la Audiencia de Gipuzkoa contra el principal acusado por el fraude de la Hacienda de Irun, José María Bravo, su esposa, Rosa Cobos, y su socio, Pedro Atristain.
Durante su comparecencia, este hombre ha sido preguntado sobre si conocía que el 20 de enero de 2003 se habían dado de baja por insolvencia las deudas de su sociedad con Hacienda y sobre si encontraba explicación a este hecho.
El testigo ha negado conocer la baja por insolvencia de la deuda, ha asegurado que él pensaba que la había saldado con el pago que hizo en metálico junto a su socio a Bravo en la oficina de Irun y ha señalado que ahora, una vez descubierto este presunto fraude, se le ocurre como explicación que alguien se quedó el dinero "en su bolsillo".