Vitoria. A pesar de los últimos incidentes registrados en el entorno laboral de Tubos Reunidos (un fallecido con antecedentes por amianto, varios paros convocados por el comité de empresa y graves incidentes en el primero de ellos en la sede de Amurrio), la estabilidad económica de la compañía alavesa se antoja intacta. Una circunstancia alejada de la casualidad que basa su estrategia en tres pilares básicos: la especialización hacia productos de alto valor añadido, la diversificación empresarial y la fortaleza del sector energético, donde la demanda para los próximos años se mantendrá al alza. En estos tres campos el rendimiento ha sido evidente. Sólo el 69% de las ventas registradas el pasado año por Tubos Reunidos procedieron de la especialización tubera.
Gracias a este cambio de rumbo, la compañía regresó en 2011 a los números negros después de que en el ejercicio anterior acumulase pérdidas por valor de 14 millones de euros. El pasado año, se felicitó su presidente, la firma alavesa ganó casi 25 millones de euros. En parte por su adaptación a la nueva realidad económica y en parte también por la adjudicación de contratos en el extranjero (el 90% de sus ventas se realizan ya en mercados internacionales) como el que ayer dio a conocer.
Un acuerdo económicamente pequeño -dos millones de euros- pero empresarialmente estratégico, ya que reafirma la posición de Tubos Reunidos como suministrador de primer nivel mundial en el sector energético al ser de los pocos fabricantes capaces de producir tubos de acero sin soldadura de grandes longitudes.
Tubería especializada En este ocasión, la multinacional alavesa suministrará a Abengoa tubería de alta precisión para la planta termosolar más grande del mundo, construida por la firma andaluza en San Bernardino Country (California) y bautizada comercialmente como Mojave Solar LLC.
La citada planta tendrá una potencia de 280 MW (suficiente para cubrir la demanda de 54.000 hogares) y está previsto que entre en funcionamiento en 2014. Sus impulsores anuncian que evitará la emisión de 350.000 toneladas de CO2 al año. Los tubos sin soldadura made in Álava tendrán como destino los equipos precalentadores, evaporadores y recalentadores de los grupos de generación de vapor. Serán cilindros de pequeño diámetro (1,5 cms.) y 24 metros de longitud.