Madrid. Como si de un siniestro juego de barcos se tratara, la tocada Bolsa española recibió ayer otra andanada a su línea de flotación que la dejó al borde de quedar hundida. Ayer perdió los 7.000 puntos por primera vez desde marzo de 2009, con lo que marca un nuevo mínimo anual y se acerca a los niveles de septiembre de 2003.

El principal indicador español, el Ibex 35, cedió un 2,42% en la sesión, lastrado por la caída de los grandes valores y a pesar de la elevada demanda registrada ayer en la subasta de bonos y obligaciones del Tesoro. Esto, unido a los rumores de que Francia podría perder la máxima calificación crediticia, arrastraba al Ibex 35 hasta los 6.908 puntos, con lo que las pérdidas acumuladas desde principios de año ascienden al 19,36%.

La prima de riesgo -el sobrecoste que exigen los inversores por comprar deuda española en lugar de alemana- se incrementaba poco antes del cierre hasta los 423 puntos básicos. El Índice General de la bolsa de Madrid perdió 18 puntos, un 2,5%, lo que sitúa la caída anual en el 18,72%.

España cerró ayer una emisión de bonos a dos años y obligaciones a diez con una buena acogida por parte de los inversores, lo que le permitió colocar 2.541 millones de euros, algo más de lo previsto, aunque a un interés más alto que el de la anterior puja. A pesar del repunte del interés, la subasta se calificó de éxito por la elevada demanda institucional, aunque ese factor no logró mitigar la desconfianza general de los inversores.

Mientras, la rentabilidad de los bonos españoles a diez años se situaba en el 5,92%, lo que incrementaba la prima de riesgo hasta los 423 puntos básicos.

Desconfianza y rumores Los analistas coinciden en señalar que buena parte de la demanda de la subasta procedía de entidades financieras españolas, que se han visto castigadas en bolsa por esa mayor exposición a la deuda soberana nacional. Además, en la sesión de ayer también pesaron los rumores de que Francia podría perder la máxima calificación crediticia. A pesar de que esta posibilidad se descartó pocas horas después, la bolsa de París cedió un 2,05 %; la de Milán, un 2,01%; Fráncfort, un 0,43%, y Londres, un 0,01%.

La analista de IG Markets Soledad Pellón señala que el mercado está "preso de la desconfianza" y "actúa por impulsos a las noticias y rumores que se van sucediendo", lo que ha perjudicado hoy a los grandes valores.

El gestor de renta variable de Inversis Banco David Navarro subrayó la "descorrelación" que parece haberse producido en los últimos días entre el mercado de deuda pública y la renta variable, una vez que la prima de riesgo se ha atascado en el entorno de los 400 puntos básicos. Además, Navarro advirtió de que con la pérdida de los 7.000 puntos queda de manifiesto que el selectivo español no tiene más soporte que los mínimos registrados en marzo de hace tres años.

El director de Bolsalia, Rafael Rubio, resaltó que España es el país de la UE "en que el sistema financiero tiene más peso en el mercado bursátil", por lo que considera que hasta que no se cierre definitivamente la reforma de bancos y cajas y concluyan las subastas de las entidades intervenidas, "la Bolsa no conseguirá despejar las dudas de los inversores extranjeros". Además, explicó que el mercado se anticipa a los ciclos y que lo que está ocurriendo ahora "refleja la situación de la economía española".

La mayor caída del Ibex fue para Repsol YPF, un 4,77%, todavía afectada por la expropiación de su filial argentina. El segundo puesto correspondió al BBVA, que cedía el 4,52% influida por la subasta de ayer, al igual que Banco Santander, que se dejaba un 3,56%.