DONOSTIA. El pleno de la Sala Civil y Penal del TSJPV ha decidido hoy por mayoría y con el anuncio de un voto particular por parte de uno de los magistrados del tribunal, la aceptación del "exequátur" que había solicitado Orange al laudo arbitral que establecía la ejecución de la condena a Euskaltel.

Ese laudo arbitral, que había dictaminado que Euskaltel "violó las estipulaciones" en los contratos, adquirió carácter "firme" por efecto de una sentencia del pasado mes de febrero del Tribunal Federal Suizo, y ahora el alto tribunal vasco ha verificado que esa resolución se ajusta a las leyes españolas.

Además, el TSJPV ha dictaminado que la empresa vasca deberá asumir también las costas procesales.

A finales del año pasado, el TSJPV denegó la celebración de una vista para escuchar a Orange y Euskaltel, antes de dictar un fallo sobre las alegaciones presentadas en torno a la indemnización citada.

El origen del litigio entre las dos empresas comenzó en 2006 cuando Euskaltel y Amena (hoy Orange) rompieron un acuerdo que habían rubricado en 1999 para dar servicio de telefonía en Euskadi.

Euskaltel decidió entonces convertirse en operador móvil virtual, lo que provocó una lucha comercial entre las dos empresas por unos 450.000 clientes.

La Corte Internacional de Arbitraje aceptó el 6 de julio de 2010 los argumentos de Orange y determinó que la empresa vasca debía pagar una indemnización de 222 millones, aunque la francesa había exigido casi 300 millones en compensación por la pérdida de clientes.

El alto tribunal vasco ha aceptado hoy que Euskaltel debe compensar a las compañías mercantiles demandantes la cantidad concretada en ese laudo en concepto de compensación por los costos y gastos operativos de comercialización y de captación de nuevos clientes por el plazo comprendido entre principios de octubre de 2006 y finales de marzo de 2007.

El presidente de Euskaltel, Alberto García Erauskin, consideró hace unos meses que esa petición de indemnización era "desproporcionada" y "profundamente injusta", así como se mostró esperanzado en que la compañía vasca no tuviera que pagar finalmente nada.