WASHINGTON. "El riesgo ligado a la longevidad es un tema que exige más atención y ha sido subestimado (...). Una reforma esencial es permitir que la edad de jubilación aumente a la par de la longevidad esperada", afirma el informe titulado "El impacto financiero del riesgo de longevidad" presentado hoy por el FMI.
Erik Oppers, coordinador del estudio, subrayó que las medidas eficaces de control de estos gastos tardan años en dar fruto, por lo que es importante actuar con antelación para evitar unos costes adicionales de "decenas de miles de millones de dólares".
Reconoció, además, las "dificultades políticas" que implica para cualquier gobierno aumentar la edad de jubilación, por lo que una solución "sería aplicar una regla automática que haga el ajuste" a medida que se eleva la esperanza de vida.
Asimismo, y para "neutralizar" los efectos financieros del riesgo de longevidad también habría que "incrementar las contribuciones a los planes de jubilación, con recortes de las prestaciones futuras".
El Fondo considera apropiado que los Estados "compartan el riesgo con los organizadores de los planes de pensiones del sector privado y promuevan el crecimiento de mercados para la transferencia de estos riesgos".
Si el promedio de vida aumentara para el 2050 tres años más de lo previsto hoy, los costes de envejecimiento aumentarían un 50 por ciento, según el reporte, que forma parte del Informe de Estabilidad Financiera Global.