vitoria. La amnistía fiscal que el pasado viernes anunció el Gobierno español está levantando ampollas en las filas del PP vasco. A tenor de las declaraciones realizadas al respecto en los últimos días por parte de destacados dirigentes populares, se reconocen ya dos bandos dentro de un mismo partido que no hacen sino incomodar aún más al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que parece no estar dispuesto a ceder un ápice a pesar de las presiones social y política. En este sentido, Euskadi le ha salido respondón. El primer quebradero de cabeza se lo dio el martes Javier de Andrés, diputado general de Álava, cuando rechazó la polémica propuesta por considerarla una "agravio comparativo". Tardó 24 horas en hacerlo, pero finalmente cedió a la presión social, que sigue contemplando la amnistía como una medida "injusta" y "éticamente inaceptable".
El parlamentario Antón Damborenea (PP) trataría de reconducir la situación poco después dulcificando las conclusiones de esta impopular medida. Sin embargo, no cuajó. Como tampoco los argumentos esgrimidos días atrás en el Congreso por Alfonso Alonso -"la amnistía era la alternativa a la subida del IVA", dijo- o ayer mismo por Antonio Basagoiti, presidente del PP vasco, que calificó de "incentivo" la amnistía y animó a las diputaciones vascas a tener en cuenta que si ese dinero no aflora en Euskadi "igual lo hace en otro lugar y nos quedamos sin ese 10% y sin esa tributación durante los años posteriores".
conflicto competencial Todo eso pasó ayer a un segundo plano cuando uno de los pesos pesados en el PP alavés como Ramón Rabanera activó su discurso más foralista. El senador siguió la estela de su discípulo (De Andrés) y defendió la competencia de las Juntas Generales de cada territorio para aplicar o no la llamada amnistía fiscal, alineándose en este sentido con las postutas que PNV, PSE y Bildu ya habían adoptado en Bizkaia y Gipuzkoa el día después al decretazo de Rajoy. "No tengo ninguna duda de las competencias de cada territorio", respondió al secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, que el martes cuestionó la capacidad vasca de descolgarse de la llamada amnistía fiscal, amenazando con iniciar un conflicto competencial con Euskadi.
Durante su comparecencia para valorar el presupuesto de este año, Rabanera reiteró su defensa de los parlamentos forales, "lo mismo que defiendo que la competencia para presentar un presupuesto no presentado corresponde al Ayuntamiento", señaló en alusión al debate sobre la obligación de los alcaldes con presupuestos prorrogados a presentar unas cuentas municipales. En cuanto a la capacidad de las diputaciones vascas para evitar la aplicación de la amnistía fiscal, Rabanera reconoció que aunque De Andrés quisiera aplicar la medida, "no tiene la mayoría correspondiente para poder sacar adelante" .
"rasgarse las vestiduras" Rabanera se refirió a continuación a las críticas "beligerantes" del PNV y del PSE-EE al programa de regularización fiscal del Gobierno y recordó que ya el PSOE llevó a cabo dos amnistías fiscales en 1984 y 1991. Explicó que el Gobierno de Felipe González promovió "un intercambio de dinero negro por bonos del Estado al 2%", es decir, "que pagó por sacar dinero negro y las diputaciones forales gobernadas por el PNV en aquellos años sacaron también sus pagarés forales en las mismas condiciones". Por tanto, denunció, que estos partidos y el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao (PNV), "no se rasguen ahora las vestiduras".
Repecto a la polémica medida, el senador admitió que no le gusta, si bien opinó que ante una situación tan excepcional como la actual "puede ser efectiva", ya que serviría para obtener unos 2.500 millones en toda España, lo cual "evitaría recortes en cosas más fundamentales para el ciudadano". No obstante, precisó, no es ninguna amnistía fiscal sino una regularización de activos ocultos. "Aquí no sale de rositas el señor que ha ocultado", subrayó.