Vitoria. Apadrinado por un protagonista de lujo como el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y en medio de una extraordinaria expectación arrancará este martes en Bruselas la era de Hiriko. El primer coche eléctrico made in Euskadi que un consorcio empresarial presentará por primera vez al mundo arropado por el alto comisionado de la CE y rodeado de los principales referentes industriales vascos y del resto del planeta a la llamada fiebre eléctrica. Con él arrancará también la revolución verde, una corriente social y económica imparable que en el caso de este vehículo alavés persigue un objetivo ambicioso: construir ciudades más amables, cómodas y comprometidas con el medio ambiente a partir de coches 100% electrónicos. El Hiriko que el martes verá la luz en Bruselas será el primero, totalmente sostenible y reciclable, pues está concebido a base de aluminio, plástico y vidrio. El origen intelectual de su nacimiento se sitúa en el prestigioso MIT (Massachusetts Institute of Technology), pero su concepción industrial es fruto de la colaboración tecnológica de varias compañías vascas a lo largo de los últimos 15 meses. Un sistema de trabajo pionero y modular “extraordinariamente innovador”, reconoce Carlos Fernández, portavoz de Denokinn, la coordinadora general del proyecto. Pero sobre todo Hiriko es fruto del “sueño” de un grupo de empresarios locales empeñados en demostrar que también Euskadi es capaz de desarrollar proyectos de alto contenido tecnológico, rentables y generadores de un perfil laboral de “altísima cualificación”. Es preciso recordar en este aspecto que la política industrial alavesa más reciente ha sido justamente la contraria. La de multinacionales como Mercedes o Michelin, los motores que marcan el ritmo industrial de la provincia, que eligieron en su día Vitoria como centro de producción para desarrollar proyectos cuya materia gris fue perjeñada a muchos kilómetros de la capital alavesa. “La puesta en escena de este primer vehículo demuestra que las cosas pueden cambiar”, sostiene el presidente del consorcio vasco, el industrial Jesús Echave.

20 vehículos más este año En este contexto nace un ambicioso proyecto en el que ya se llevan invertidos cerca de 15 millones de euros, la mayor parte procedentes de fondos públicos. Sin embargo dicha cantidad no es suficiente para socializar esta nueva forma de entender la movilidad urbana ni desde luego un par de años parecen bastar para lograrlo. Hiriko Driving Movility es una apuesta a largo plazo -al menos los próximos diez años- que exigirá una inversión cercana a los 170 millones de euros, calculan sus socios. Sólo de este modo será posible cumplir previsiones tal vez excesivamente optimistas como la de construir 9.000 vehículos al año en 2015.

En cualquier caso, con el acto del martes en la capital financiera de Europa se dará un paso más en esta dirección.

A este primer prototipo, avanzaron recientemente sus impulsores, le seguirán a lo largo de este año otros 19 vehículos más como paso previo a su homologación y comercialización, prevista para comienzos de 2013. En el horizonte, recalcan desde Hiriko, una tarea titánica y larga de la que, presumiblemente, se beneficiarán las siguientes generaciones: poner fin a la era de los combustibles fósiles, que en estos momentos abastecen a cerca de mil millones de coches en el mundo.

De ahí la globalidad del proyecto, que ya ha arrancado compromisos formales para implantarse en Malmö (Suecia), San Francisco, Barcelona, Berlín o Vitoria, y que ha sido presentado -a través de una maqueta a escala- en Estados Unidos, Alemania, Reino Unido o Hong Kong.

concesionarios-franquicias Su siguiente parada en el calendario pasa por recibir la homologación por parte del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Aeroespacial) y comenzar a vender las primeras unidades en 2013 a través concesionarios-franquicias que asumirán el ensamblaje modular, su comercialización y la posterior atención técnica. Aunque en un primer momento serán las administraciones públicas quienes “tiren del carro” sus responsables no descartan poder vender este coche también a intereses privados. En tal caso, el coste de salida será de 12.500 euros. El reto, por tanto, está servido, aunque el sueño no queda ahí. Jesús Echave ya adelantó hace unos días la identidad de los hermanos pequeños de Hiriko en los que ya se está trabajando. Se trataría de un modelo de cuatro plazas, una furgoneta estilo pick up y un buggy. Todos ellos, advirtió, concebidos desde el mismo triple prisma de simplicidad, accesibilidad y sostenibilidad.