Vitoria. La recaudación de impuestos concertados en Álava en 2011 ascendió hasta los 1.831 millones de euros, un 4,6% menos con respecto al año anterior, aunque mucho más acusado que en Gipuzkoa y Bizkaia. Este guarismo, que supone un hachazo en la recaudación de 84,6 millones de euros, significa además un desfase de 206 millones respecto a lo previsto en el presupuesto para el pasado ejercicio, es decir, una caída del 11,2%. Bizkaia y Gipuzkoa, si bien de forma más leve, también experimentaron sendos descensos. Así, la diputación vizcaína bajó un 0,8% y Gipuzkoa un 2,3%. En el caso alavés, el desfase tiene explicación. De los 206 millones perdidos, 158 son imputables a la evolución negativa de los impuestos, 24,3 a la devolución del IVA del llamado caso Rover y 23,2 millones corresponden a los desacuerdos entre los gobiernos central y vasco por la liquidación del Cupo de años anteriores.

En lo que se refiere a los tributos directos, tan sólo el IRPF tuvo un comportamiento positivo, ya que los ingresos se incrementaron un 5% respecto a 2010, una subida que no logró compensar la caída del Impuesto de Sociedades (-5,5 %). Además, los impuestos indirectos, entre los que el IVA, que cae un 11,1 %, representa el mayor porcentaje, también tuvieron una evolución negativa, motivada por la contención del gasto de las economías familiares, por el mayor crecimiento de las exportaciones frente al consumo interior o por el propio caso Rover.

A jucio de la Diputación, este "mal dato" de la recaudación "refrenda los ajustes y las medidas de control del gasto" que estableció el diputado general, Javier de Andrés. Añade el comunicado que de no haber tomado estas decisiones desde el comienzo de su mandato, el mes de julio del año pasado, "la situación presupuestaria y financiera de las arcas forales sería hoy infinitamente más complicada".