barcelona. Miles de empleados públicos, 30.000 según los sindicatos convocantes y 11.000 según la Policía autonómica, se manifestaron ayer en Barcelona en protesta por los recortes laborales incluidos en el proyecto de ley de presupuestos de la Generalitat, que ayer empezó a debatir el Parlament.
La manifestación, preludio de la movilización que preparan sindicatos y entidades sociales para el próximo 28 de enero para censurar la política de ajustes que lleva a cabo el gobierno catalán, transcurrió sin incidentes.
"No a los recortes, salvemos los servicios públicos", es el lema de la pancarta que abría la manifestación, en cuya cabecera desfilaron los principales líderes sindicales de Cataluña, entre ellos los secretarios generales de CCOO y UGT, Joan Carles Gallego y José María Álvarez, respectivamente.
Los dos líderes sindicales advirtieron al Govern que la administración "tendrá que ceder" y reivindicaron una consulta popular sobre los recortes.
Asimismo, tanto Álvarez como Gallego tildaron el proyecto de presupestos de 2012 de "inútil" porque auguraron que estas cuentas "arruinarán el país" y han insistido en que los empleados públicos "no pueden pagar la factura de la crisis".
En la manifestación se hicieron visibles los colectivos de médicos y enfermeras, bomberos (que han lanzado botes de humo durante el recorrido), mossos d'esquadra, personal de justicia, administrativos y profesorado y ha evidenciado el poder de convocatoria de los sindicatos de la función pública. El malestar en estos sindicatos se ha acentuado durante las últimas semanas por el retraso en el pago de las nóminas de diciembre y las propuestas de recortes anunciadas.