Bilbao. Una entidad con marca propia y arraigo en su territorio natural. Ese es el perfil con el que busca crecer Kutxabank, según Mario Fernández, su presidente. Un modelo como el de Cajasur, según sus propias palabras. La próxima operación que impulse el banco de las cajas vascas, cada vez enfoca más su objetivo.

Y es que con la reestructuración del sistema financiero español que desde el propio Gobierno español se impulsa con celeridad, a Kutxabank se le acaba el tiempo. "Nos gustaría tener todo este año para consolidar el proyecto", insistió ayer el presidente de las cajas, "pero los tiempos son los que son y estaremos en la línea de salida de esta nueva vuelta de reestructuración, como las demás", aventuró. Fernández aseguró, en un encuentro con periodistas de todos los medios vascos, que "Kutxabank tiene un tamaño manifiestamente insuficiente y nuestro puesto en el ranking de entidades no es el que nos corresponde". Manifestaciones que, una vez más, dan por sentado que el banco de Vital, Kutxa y BBK participará activamente en esa ordenación de un nuevo mapa financiero.

De momento sin embargo, nada ha trascendido sobre el nombre de las entidades hacia las que mira Kutxabank. "No hay hoy ninguna negociación en marcha al respecto", incidió el dirigente, "lo que si estamos haciendo es estudiar diferentes opciones". Precisamente este tipo de afirmaciones y la solvencia de la entidad -con el core capital más alto del Estado entre cajas y bancos- hacen que Kutxabank entre en todas las apuestas y que los rumores le sitúen como posible comprador de un sinfín de entidades, como por ejemplo del grupo Unnim, al que ha sido vinculado recientemente. Nada ha trascendido de los posibles objetivos del grupo recién creado, aunque Mario Fernández esbozó ayer algunos trazos sobre como será esa previsible próxima operación del banco.

Franquicia Kutxabank busca, según ese esbozo, una entidad que tenga un gran arraigo en su territorio natural. Una franquicia que trabaje el modelo de banca local que ya trabajan BBK, Kutxa, Vital o Cajasur en Bizkaia, Gipuzkoa, Araba y Córdoba respectivamente. Una entidad que aporte una franquicia que Kutxabank pueda seguir usando, aportándole la eficacia de su gestión. En definitiva, otra red local que permita exportar el mismo negocio que ya sabe hacer -y a tenor de los resultados, bastante acertadamente- Kutxabank. Además, el presidente dejó otro gran titular ante los medios. "Los únicos socios de Kutxabank seguirán siendo las tres cajas vascas", lo que significa que esa hipotética operación que el banco se plantea, en principio sería de compra y no de fusión, "como el modelo de Cajasur", aseguró. "Ello no implica que después la realidad nos lleve a otro escenario y nos planteemos otras cosas, pero la intención es respetar nuestro documento de integración en el que se fijó el criterio de mantener esa propiedad aquí, en manos de las cajas".

Así las cosas, Kutxabank, en principio, estudia el mercado en busca de una opción parecida a la que en su día fue Cajasur para BBK. Una caja -mejor dicho un banco surgido de una o varias cajas-con problemas que pueda ser adquirida, cuya gestión se llevaría desde la sede de Bilbao, pero que mantendría su propia personalidad y marca, con lo que conservaría su potencial clientela y en el que se impondría el mismo modelo de banca local del resto del grupo.

Posibles compras. Estudiar el mercado. Eso es lo que ha trascendido que hace en estos momentos Kutxabank. En ese mercado, el mapa financiero es claro. Solo hay media docena de bancos o grupos de cajas capaces de comprar y adquirir las entidades en problemas, léase: el Santander, BBVA, La Caixa, Unicaja Caja España, Kutxabank e Ibercaja. El resto, son susceptibles de entrar en diferentes operaciones. Hay tres bancos nacidos de las cajas que el Banco de España ha nacionalizado en las últimas semanas y que serán vendidos: CatalunyaCaixa (Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa), Novacaixa Galicia (Caixanova y Caixa Galicia) y Unnim (Caixa Terrassa, Caixa Sabadell y Caixa Manlleu).

Atendiendo al borrador lanzado por Fernández, alguna de esas tres entidades podría cumplir los requisitos marcados. En el caso de Unnim, ya ha comenzado su proceso de venta y su tamaño, de unos 28.000 millones de euros en activos, parece que hacen poco viable la operación, ya que Kutxabank busca un tamaño mayor. El objetivo es, según se ha repetido en varias ocasiones, doblar el tamaño actual del banco, de unos 76.000 millones. Así, las cajas gallegas o CatalunyaCaixa podrían entrar en las quinielas. La caja catalana es una de las opciones que en varias ocasiones se ha citado como posible. Su tamaño es similar al de Kutxabank pero está intervenida por el Banco de España. En principio, su amplia red de oficinas en Catalunya principalmente haría atractiva su adquisición, aunque en los mercados se especula con que el BBVA está interesado en su compra para, precisamente, instalarse en Catalunya. A Novacaixa Galicia se le vincula con el Santander.

Banca Cívica, red en la que está la CAN (junto a Caja de Burgos, CajaCanarias, Cajasol y Caja Guadalajara), es otra de las opciones, porque sus oficinas están en territorios compatibles con los de Kutxabank, y sobre todo porque tiene marcas muy asentadas en sus territorios, y estos son cercanos (Cajasol con Cajasur, pro ejemplo). Su situación financiera además podría empeorar con las medidas que impulse el Gobierno español próximamente. Su tamaño además, es cercano a los 70.000 millones. Más lejana parece la opción de Liberbank (Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura), que aportaría características similares a las de Banca Cívica pero que cuenta con menor tamaño.