madrid. El Tesoro Público logró ayer sobreponerse a la rebaja de la deuda soberana española anunciada el viernes por la agencia de medición de riesgos Standard & Poor's y, por cuarta vez consecuiva, pagó menos por una emisión de deuda.
Aunque en esta ocasión el Tesoro se ciñó al importe máximo previsto -5.000 millones de euros-, consiguió pagar prácticamente la mitad por 4.880 millones de euros en letras a doce y dieciocho meses.
En concreto, adjudicó 3.007 millones de euros en letras a un año con un interés marginal del 2,15 %, frente al 4,088 % anterior, y 1.873 millones de euros a un año y medio al 2,49%, por debajo del 4,25% de la subasta precedente, en ambos casos el interés más bajo desde octubre de 2010.
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, que calificó ayer de "bastante positiva" la subasta dado el entorno económico complicado, aclaró que la puja "no ha ido más allá" por una cuestión de vencimientos futuros y porque España no necesita en este momento más liquidez.
En la anterior emisión, el Tesoro colocó 10.000 millones de euros -el doble de lo previsto- también con menores intereses.
Pese a esta moderación el objetivo de la emisión se ha cumplido con holgura, ya que oscilaba entre 4.000 y 5.000 millones de euros, y la demanda de las entidades volvió a batir todas las expectativas, ya que ha superado los 16.700 millones de euros.
De la misma opinión es el estratega de Citi José Luis Martínez Campuzano, que explica que el Tesoro ha hecho bien dilatando el apetito del inversor y ajustándose a la colocación prevista en esta ocasión, máxime cuando se trata de plazos cortos, hasta 18 meses. La subasta española se producía apenas unos días después de que S&P rebajara la deuda soberana española de España y otros ocho países de la zona del euro, entre ellos Francia, que ha perdido la triple A, la máxima calificación.
Según Martínez Campuzano, la rebaja de la calificación de España "ya estaba incluida en los precios", aunque admite que supone una variable riesgo a medio plazo.
El mayor reto al que se enfrentan las autoridades, continúa, es cambiar la percepción de los inversores en un mercado que sigue dominado por una combinación de elevada liquidez y promesas de medidas, en España y en Europa, que sean definitivas para solucionar los problemas.
El ministro De Guindos destacó que la colocación de 4.880 millones de euros en letras a 12 y 18 meses a la mitad del interés aplicado en la anterior emisión representa un "elemento esperanzador" para la economía española.
También la prima de riesgo país, que mide el diferencial entre el bono español a diez años y el alemán del mismo plazo, se rebajaba antes de la subasta española, ya que caía a 329 puntos básicos tras comenzar la sesión en 338.