Un gran número de empresas y particulares de toda España se han interesado por Villar de Cañas (Cuenca) para instalar negocios, adquirir propiedades o trabajar en el pueblo, que ha recibido una avalancha de peticiones tras conocerse que albergará el Almacén Temporal Centralizado de residuos nucleares (ATC).

El alcalde de Villar de Cañas, José María Saiz, reconoció que en el pueblo se está viviendo "una auténtica locura" por el interés repentino que ha generado Villar de Cañas, donde en una semana se han recibido cientos de llamadas de toda España, desde que el 30 de diciembre el Consejo de Ministros tomó la decisión de ubicar el ATC en el municipio.

"Llevamos toda la semana con un montón de gente que viene buscando casa", comentó Saiz , quien apuntó que desde que se conoció la decisión del Consejo de Ministros un gran número de personas se han interesado por la compra de solares y viviendas.

La mayoría de peticiones de información llegan al Ayuntamiento, apuntó el regidor, quien no pudo precisar el número de consultas que han sido atendidas, aunque reiteró que "ha habido un movimiento increíble" y destacó que en muchos casos son propuestas "en firme".

Saiz relató que está habiendo casos "muy curiosos", como el de un empresario catalán que ha comunicado que quiere trasladar a Villar de Cañas su empresa de adiestramiento de animales de rescate.

Según la empresa pública de gestión de residuos radiactivos, Enresa, en la primera fase del proyecto de construcción, hasta el año 2015, se prevé una inversión de 284 millones de euros en el ATC, 90 en el centro tecnológico y 10 en el parque empresarial, mientras que en las dos siguientes fases, la inversión ascenderá a 316 millones de euros.

De ahí que también haya generado un gran interés la perspectiva de nuevos empleos, ya que se prevé crear de 300 a 500 puestos de trabajo en la primera fase y 150 en las siguientes.

Ante la avalancha de demandas, el Ayuntamiento de Villar de Cañas ha decidido pedir ayuda a la Cámara de Comercio e Industria de Cuenca, para que colabore en la gestión de los aproximadamente 2.000 currículos enviados desde toda la geografía española por personas que quieren acceder a uno de los puestos de trabajo que se ofertarán.

Muchas de ellas están atravesando situaciones graves, indicó Saiz, que reconoció que "sabía que había crisis y que había problemas por ahí", pero no se imaginaba "tanto como esto".

Una vez que el ATC comience a recibir los residuos nucleares, las localidades ubicadas en la zona de influencia recibirán anualmente 6,3 millones de euros, de los que 2,4 millones irán destinados a Villar de Cañas.

José María Saiz tiene la esperanza de poder emplear esta asignación en el desarrollo de su pueblo, de 442 habitantes, mejorando los servicios pero sobre todo, dijo, "creando puestos de trabajo".

Saiz adelantó que tanto él, como los concejales, quieren construir una residencia para los mayores del pueblo -un 40% de la población está jubilada-, con los que confesó tener una "espinita clavada" por todo el apoyo que le han dado.

Pero también se mostró cauto: "Tenemos un montón de cosas en la cabeza, pero vamos a hacer las cosas poco a poco". Aunque reconoció que desde que recibieron la noticia "lo vemos todo muy fácil, no se nos pone nada por delante".

Ven que no perjudica El alcalde de Villar de Cañas negó que la construcción del ATC pueda perjudicar a las empresas del sector agroalimentario de la zona, como se está advirtiendo, y aseveró que "de todas las tonterías que dicen en contra, esa es la más grande de todas". En este sentido, Saiz recordó que en las áreas de influencia de las centrales nucleares de Trillo y Zorita, en Guadalajara, se produce miel de la denominación de origen de la Alcarria o que el municipio de Cofrentes, en Valencia, es conocido por la producción de naranjas.