vitoria. Los mensajes contradictorios sobre las medidas a adoptar para solventar la crisis financiera y de deuda en Europa no son patromonio de los dirigentes políticos españoles. Ayer, tras la cumbre entre la canciller de Alemania, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, los dirigentes que hasta ahora insistían en el mensaje de ajuste y más ajuste reconocieron, por fin, -por lo menos así lo expresó Sarkozy-,que sin crecimiento económico y medidas para favorecerlo no será posible salir de la actual situación.
"Somos conscientes de que el crecimiento y el empleo deben ser prioritarios" a la hora de resolver la crisis que sacude a la zona del euro, afirmó el dirigente galo Sarkozy, quien comentó que "ho habrá futuro para Europa si Alemania y Francia no se ponen de acuerdo".
La canciller alemana y el presidente francés anunciaron progresos en las negociaciones para el pacto fiscal en la UE y señalaron que presentarán propuestas para incrementar el crecimiento y el empleo en Europa.
Al término de una reunión de dos horas en la Cancillería Federal, Merkel subrayó que las negociaciones para el pacto fiscal "avanzan a buen ritmo" y que los acuerdos podrían estar listos para la cumbre extraordinaria de líderes la UE a finales de mes y no retrasar su firma más allá del 1 de marzo.
La tasa bancaria, a esperar Los dos dirigentes mostrado su apoyo a la creación de una tasa a las transacciones financieras con el objetivo de que la banca contribuya a la salida de la crisis, pero han puesto de relieve su desacuerdo sobre el calendario y la forma de aplicarla.
Mientras Sarkozy, con un ojo puesto en las elecciones francesas, insiste en la necesidad de introducir un impuesto a las transacciones financieras lo antes posible, Merkel, con un ojo en Londres, aún reconociendo que es una buena iniciativa no muestra prisa alguna alegando que sería "mejor" adoptar esa medida en toda la UE, algo que será imposible porque el premier británico David Cameron volvió a indicar que vetará la iniciativa.
Y mientras los dos principales dirigenets de la UE no se ponen de acuerdo, unos ganan y otros pierden. Porque a falta de una solución europea, Alemania sigue en mejor posición que sus socios de forma que ayer, por primera vez, colocó su deuda cobrando en vez de pagando intereses. La deuda alemana se ha convertido en un valor refugio y Berlín se financia mucho más barato que los socios de la UE, incluido España pues, según Barclays, el Banco Central Europeo (BCE) ha invertido desde el pasado mes de agosto un total de 46.000 millones de euros en la adquisición de deuda pública española en los mercados secundarios, una cifra que representa alrededor de la quinta parte de los 218.000 millones de euros destinados al finalizar 2011 a la compra de bonos soberanos de la eurozona y ha ganado, el citado BCE, unos 1.000 millones de euros con la operación.