Vitoria. Conforme avanzan los días, la bola del fracking (fracturamiento hidráulico para extraer gas no convencional enquistado en las rocas del subsuelo) no cesa de engordar y complicar el futuro de un proyecto, a priori, llamado a garantizar el suministro de esta fuente de energía en Euskadi durante décadas, como avanzó el lehendakari López el pasado mes de octubre en Dallas (Texas), a los pies de uno de los pozos de Barnett Shale, la misma compañía que ahora quiere extraer gas en Álava a través de este polémico procedimiento. Sin embargo, conforme van surgiendo nuevos datos, casi siempre ligados a las consecuencias negativas para el ser humano y el medio ambiente, la alarma social va en aumento. En este contexto, el Ayuntamiento de Vitoria anunció ayer que acaba de recurrir "por coherencia" la decisión del Ministerio de Medio Ambiente de no evaluar el impacto ambiental de extraer gas en Mandojana. En palabras de la concejal de turno, Idoia Garmendia, Vitoria ya advirtió en febrero de 2011 a la Secretaría de Estado del Cambio Climático de la importancia de analizar el proyecto de sondeo de hidrocarburos Enara-4, aunque sin éxito. Varias alegaciones después, el Consistorio ha decidido finalmente recurrir la decisión de Madrid antes de que comiencen las exploraciones. Al mismo tiempo, aguarda un próximo encuentro con el Gobierno Vasco dentro de la comisión interinstitucional en torno al fracking que hace unas semanas se puso en marcha junto al resto de partidos políticos y diversos colectivos ecologistas.
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