Madrid. Los presidentes de CEOE-Cepyme, Juan Rosell y Jesús Terciado, y los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, tomarán personalmente las riendas de las negociaciones esta semana para tratar de alcanzar antes del 7 de enero algo más que un acuerdo parcial que sirva de base para la próxima reforma laboral que debería aprobarse en el primer trimestre, informaron fuentes de la negociación.

En el caso de que cumplido el plazo fijado por el Gobierno no haya un acuerdo global entre patronal y sindicatos es previsible que el Ejecutivo legisle.

A la vista del decreto de medidas urgentes aprobado el pasado viernes, al Ejecutivo no le temblará tampoco el pulso si tiene que legislar unilatealmente la nueva reforma del mercado laboral, lo que podría servir de acicate para el acercamiento de posturas.

Por el momento, solo habría cuatro ámbitos en los que el acuerdo estaría prácticamente cerrado: la redistribución de los festivos, la solución extrajudicial de los conflictos, mutuas, absentismo y formación.

La reorganización de los festivos que dependen del Gobierno Central, para trasladar algunos de estos días al lunes para ganar competitividad, es uno de los puntos prácticamente acordados.

Los agentes sociales están discutiendo en torno a tres fechas. Dos estarían pactadas ya: el 1 de noviembre y el 15 de agosto. El problema es si el tercero es el 8 de diciembre -que la CEOE rechaza porque supondría mover tres festividades religiosas- o el 6 de diciembre.

La patronal quiere que el cambio de los festivos opere ya desde 2012.

Asismismo, patronal y sindicatos coinciden en ampliar el Acuerdo de Solución Extrajudicial de Conflictos (ASEC) hasta 2016. Este arbitraje afectaría a la negociación colectiva de ámbito nacional, sería voluntario, tendría mayor vinculación a las comisiones paritarias y se extendería a otros litigios como los plazos máximos de negociación de convenios, para solucionar el problema de la prórroga automática de un convenio en ausencia de su renovación.

Escollo En cuanto a los desacuerdos, las mayores fricciones siguen centradas en la renovación del acuerdo de moderación salarial hasta 2014. La postura de la CEOE es la de un "crecimiento extremadamente moderado" de los salarios. En el caso de los sindicatos, apuestan por una moderación salarial, pero ponen la barrera en aproximadamente el 1%.

Asimismo, aún aleja a las partes la petición por parte de la CEOE de desindexar los salarios y vincularlos a productividad. En este terreno, los sindicatos estarían poniendo de manifiesto la dificultad de conocer datos objetivos sobre productividad, aunque estarían abiertos a ligar los salarios a otras fórmulas, como la inflación subyacente (IPC sin precios energéticos ni alimentos frescos), o hablar de salarios fijos y variables.

Además, los sindicatos piden que se respete el vigente acuerdo de moderación salarial para 2012 -entre el 1,5% y el 2,5%- en el caso de los convenios plurianuales con efectos en el próximo año, cuestión en la que parece haber bastante cercanía.

Aunque el Gobierno no puede legislar sobre los salarios, su postura sobre esta cuestión parece clara. Así, tras el último Consejo de Ministros, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, dejó caer que la congelación del salario mínimo interprofesional es un "importante mensaje de moderación salarial para ayudar a la recuperación económica".