washington. Estados Unidos instó ayer a la Unión Europea a actuar con determinación contra la crisis de la deuda, durante la cumbre que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, celebra con los líderes europeos en la Casa Blanca. En declaraciones en su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, indicó que "nuestra posición es, y siempre ha sido, que es muy importante que Europa actúe con fuerza y determinación para hacer frente a esta crisis".

Subrayó, no obstante, que la Casa Blanca está convencida de que Estados Unidos. cuenta con la "capacidad y los recursos" necesarios para resolver la crisis, la mayor amenaza para la economía global en la actualidad. Asistieron también a la cumbre el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso; el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y la alta representante para la Política Exterior, Catherine Alshton. Es el primer encuentro que se celebra en Washington desde que entró en vigor el tratado de Lisboa hace dos años, que estableció un nuevo formato para la representación exterior de la UE, y se produce en medio de un pulso desesperado de los gobiernos europeos por devolver la calma y la confianza a los mercados. En la rueda de prensa posterior a la reunión, Obama reconoció que la crisis de deuda que atraviesa la zona euro es "un gran problema" para la economía estadounidense y subrayó que el país norteamericano está dispuesto a hacer lo que le corresponda para ayudar a resolver la crisis de deuda. Por su parte, Herman Van Rompuy, señaló que el menor crecimiento de la economía global no se debe exclusivamente a la situación por la que atraviesa la Unión Europea y añadió que otros países también deben tomar medidas.