Vitoria. A estas alturas de la crisis existen ya pocas dudas, o casi ninguna, de que la supervivencia empresarial pasa irremediablemente por el exterior. Bien exportando sus productos o bien instalando su propia planta en el extranjero. La virulencia de la crisis y, sobre todo, la inminente recesión que vuelve a amenazar a Europa para el primer semestre de 2012 no han hecho sino confirmar este axioma: si cualquier empresario no quiere enterrar su empresa tiene que hacer las maletas y comenzar a exportar con urgencia y abundancia. Las reglas del juego están así. La diversificación, hoy más que nunca, es una muestra de supervivencia exitosa y esencial que resulta cada vez más exigente. Porque si hace unos años bastaba con cumplir el expediente y exportar desde Álava, la realidad que pintan técnicos y economistas es que esta actitud ya no es suficiente, sino que es necesario apostar también por las implantaciones en el extranjero, esto es, asumir la deslocalización para tratar de ocupar el lugar de otras empresas o detectar nuevos nichos de mercados. "Hablar a estas alturas en Europa de islas, regiones aisladas o soluciones parciales es algo estúpido. Euskadi debe ser parte de la solución del conjunto", advertía ayer el presidente de Kutxabank, Mario Fernández, durante la conferencia Retos y oportunidades de la internacionalización, organizada por la Cámara de Comercio con motivo de su XXVI edición de los Premios a la Internacionalización. De su misma opinión fueron el resto de economistas y empresarios que ayer se dieron cita en el día de la empresa alavesa.
Costes poco competitivos El alegato a la internacionalización fue unánime, aunque no el único. Abogó el empresariado por un tema de fondo "grave" como la recuperación de los valores propios del emprendedor vasco (espíritu, compromiso, seriedad...) e hizo un llamamiento expreso al nuevo Gobierno del Partido Popular para que culmine las reformas estructurales iniciadas por el anterior ejecutivo. Especialmente la financiera, la del mercado laboral y la negociación colectiva. Ignacio Marco Gardoqui, economista de reconocida solvencia, insistió en la necesidad de rebajar los costes salariales y hacerlos más competitivos, y, sobre todo, cambiar de mentalidad, "que es funesta en estos momentos", señaló. Tras reclamar asimismo mayor estabilidad a Europa y unas reglas de juego idénticas para todos, Gardoqui conminó a las empresas a seguir exportando "con urgencia y abundancia" porque no sólo su futuro está en ello sino el de la propia sociedad vasca.
En este empeño, y con el objeto de sacar partido de la globalización, fue Patxi López quien advirtió de la "extraordinaria oportunidad" que supondrá para las empresa el incremento mundial de las relaciones comerciales en los próximos 15 años. Echando mano de un estudio del banco HSBC, advirtió de que las relaciones crecerán un 73% hasta 2025, pasando el flujo comercial de los actuales 27,2 billones de dólares a casi 49 billones. En consecuencia, anunció la renovación de medidas encaminadas a este fin y matizó que "no racaneará esfuerzos" para conseguirlo. Como prueba, el Gobierno Vasco aumentará un 6% en los Presupuestos del año que viene las ayudas a la internacionalización y la I+D, un "esfuerzo enorme de 230 millones", aseveró.
¿Cómo saldremos de la crisis? El tirón internacional y la mejora de la competitividad tampoco pasaron desapercibidos para el anfitrión de la jornada, Gregorio Rojo, presidente de la entidad cameral. En una exposición que estuvo precedida por un sentido homenaje al empresario y expresidente de SEA, Juan José Azurmendi, Rojo calificó como "crucial" la internacionalización de las empresas -"las hace menos vulnerables y más resistentes"- y apeló a seguir más cerca el desarrollo de las compañías extranjeras en el Territorio para evitar fugas como las de Daewoo o Saunier Duval. "En ocasiones, estas empresas sólo adquieren protagonismo al final, cuando anuncian su marcha o cierre. Pero también les debemos mayor atención e interés por parte de todos los agentes en el durante, es decir, mientras están desarrollando su actividad", señaló.
En este sentido, el presidente destacó otra perspectiva importante de la internacionalización: la atracción de inversión extranjera como fuente de riqueza y empleo, una vía que ha sido motivo de un estudio pionero por parte de la Cámara y que será presentado en breve. A continuación, Rojo felicitó a los cinco premiados por su carácter internacional: Mercedes y Michelin en el sector de la automoción, y Tubacex, Tubos Reunidos y Condesa en el del tubo. Sectores que representan más del 50% de las exportaciones alavesas y presencia en más de 70 mercados. "¿Cómo saldremos de la crisis?", se preguntó el presidente de Condesa, Juan José Iribecampos. "Permítanme que recuerde a mi padre, que siempre decía lo mismo: saldremos trabajando, sí, pero sólo si lo hacemos todos y en la misma dirección; con humildad pero sin complejos". "Que valga para todos", finalizó.