Vitoria. Nueva compañía con problemas en Álava y el mismo guión de siempre. Kider, dedicada a la fabricación de elementos para supermercados con sede, entre otros lugares, en Murga (Amurrio), anunció ayer un acuerdo con el comité de empresa para adelgazar la plantilla en 15 trabajadores a través de un plan de bajas incentivadas. En el fondo del asunto, los dos años consecutivos de pérdidas (2009 y 2010) que ha padecido la empresa, motivados por la caída de los mercados, la subida de las materias primas y el parón del consumo. Nada nuevo bajo el sol. Ante este panorama, Kider solicitó una auditoría externa para conocer la hoja de ruta que permitiera mantener la actividad y el empleo. Y el informe fue claro: existe un sobredimensionamiento de la plantilla y sobran 15 de los 118 trabajadores actuales.
Para tratar de minimizar el impacto de esta medida, dirección y sindicatos (USO y ELA) han acordado un plan social de salidas cuyo plazo para la adhesión finaliza hoy martes. Al cierre de esta edición eran ocho los trabajadores que se habían acogido al programa de forma voluntaria. Según la propia compañía, el objetivo del plan es "dar al grupo la dimensión adecuada para que pueda ser competitivo y mantenerse en el mercado, es decir, sanear la empresa y adecuar la plantilla a las demandas del mercado nacional actual, en clara recesión".
Plan social El plan social, que se aplicará a todo el grupo con los ajustes a la naturaleza de cada centro de trabajo, contempla un programa de bajas voluntarias, otro programa de excedencias voluntarias incentivadas, planes de prejubilación, la potenciación de la externalización de servicios, una empresa de recolocación y la reducción de salarios. Además, el acuerdo alcanzado contempla también el inicio de negociaciones para la firma de un convenio colectivo.
Para acogerse a las bajas voluntarias, los trabajadores tienen que estar en activo desde 2009, tener una antigüedad mínima de dos años y no poder acogerse al resto de programas del plan, mientras que si se opta por las prejubilaciones,se podrán acoger quienes tengan cumplidos los 56 años y una antigüedad mínima en la empresa de 20. Durante la percepción de la prestación contributiva y no contributiva del desempleo, y hasta el momento en que el trabajador cumpla la edad de 63, 64 o 65 años, el trabajador recibirá una cantidad bruta que, sumada al importe de la prestación contributiva o del subsidio de desempleo, sea equivalente al 85, 90 y 95 por ciento de su salario neto.
Póliza de seguros Para garantizar la percepción de las cantidades contempladas una vez que cada empleado se sume a una de las modalidades, la empresa suscribirá una póliza de seguro con una entidad aseguradora de reconocida solvencia mediante el sistema de prima única, designando como beneficiarios irrevocables a los trabajadores afectados por el programa. Formalizada la póliza, la entidad aseguradora asumirá de forma plena y directa la garantía del plan.
De igual modo, para que los trabajadores puedan acceder de forma más rápida a una alternativa profesional, Kider también contratará los servicios de una compañía de recolocación.
Existe incluso otra posibilidad dentro del programa de bajas voluntarias que es la reducciones del salario de los trabajadores que así lo soliciten. Así, las reducciones podrán oscilar entre un mínimo del 10% hasta un máximo del 25% del salario bruto anual. El trabajador que se decante finalmente por esta opción podrá optar, aseguró ayer la nota enviada por la dirección, por solicitar una indemnización del salario bruto diario dejado de percibir por 35 días con un máximo de dos anualidades; o por la reducción de horas de trabajo o jornada laboral.