Madrid. El Banco de España ha intervenido el Banco de Valencia, entidad integrada en Banco Financiero y de Ahorros (BFA), y le ha destinado 3.000 millones de euros de dinero público, 1.000 millones para fortalecer su capital y 2.000 millones de linea de crédito para asegurar su liquidez, según informó el organismo regulador. El Banco de España ha sustituido a los administradores del banco a petición de su consejo y lo administrará "para estabilizarlo y recapitalizarlo" con el fin de afrontar su posterior enajenación en un proceso competitivo. Con este objetivo, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), organismo dependiente del Banco de España, ha suscrito capital del banco por importe de hasta 1.000 millones y le ha otorgado una linea de crédito de 2.000 millones.
Los depositantes y acreedores "pueden estar absolutamente tranquilos, ya que las decisiones adoptadas hoy garantizan que Banco de Valencia podrá seguir operando con normalidad y cumplirá con todas sus obligaciones frente a terceros", sostenía ayer el Banco de España a través de un comunicado.
La decisión La decisión de la comisión ejecutiva del Banco de España se produce tras constatar que el Banco de Valencia no ha podido adoptar las medidas adecuadas para asegurar su viabilidad, y tras enviar recientemente un escrito a sus administradores requiriendo una solución "urgente y definitiva" para su situación.
El consejo del Banco de Valencia manifestó ayer formalmente al Banco de España la imposibilidad de encontrar de inmediato una solución viable de futuro y solicitó la sustitución de sus administradores por otros designados por el FROB.
El peso del Banco de Valencia en el sistema bancario español es del 0,74% del total de los activos, según los datos que maneja el organismo presidido por Miguel Angel Fernández Ordóñez.
Se trata de la cuarta entidad financiera que interviene el Banco de España desde que comenzó la reestructuración del sistema financiero, tras Caja Castilla-La Mancha (CCM), Cajasur y la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM).
Ladrillo Banco de Valencia, que registra una elevada exposición al sector inmobiliario y podría requerir provisiones por entre 600 y 800 millones de euros, estaba preparando una ampliación de capital para fortalecer su solvencia. La entidad ha sufrido cambios en su cúpula directiva, ya que José Luis Olivas, actual vicepresidente de BFA y vicepresidente de las participadas de Bankia, abandonó recientemente la presidencia de la entidad, ahora pilotada por Aurelio Izquierdo.
A raíz de la intervención ayer del Banco de Valencia, Olivas ha presentado también su dimisión como vicepresidente ejecutivo de Bankia y vicepresidente de la matriz del grupo. Hasta el pasado 29 de octubre Olivas ocupaba la presidencia de Banco de Valencia, puesto al que renunció voluntariamente tras proponer a Aurelio Izquierdo, consejero delegado de la entidad, como nuevo presidente del grupo, lo que fue aprobado por el consejo de administración. Apenas una semana después Banco de Valencia hacía públicas sus cuentas y anunciaba que estudiaba ampliar capital hasta en un 50% tras registrar un agujero de 600 millones de euros.
Desde CCOO reclaman a BFA, que controla el 27% del capital de Banco de Valencia, que se implique en los problemas de su filial y aporte 300 millones de euros a la ampliación de capital.