madrid. Las grandes inmobiliarias redujeron un 29% sus números rojos hasta septiembre, un periodo en el que, sin embargo, llegaron a perder más de 600 millones de euros e incrementaron su deuda un 16%, hasta los 20.108,7 millones de euros. El deterioro de los activos, el retroceso de las ventas, la caída de los ingresos del área de promoción residencial y el desplome en las ventas de suelo, especialmente en España, son los principales factores que han lastrado la cifra de ventas de las grandes inmobiliarias, que se redujo a la mitad con respecto al mismo periodo de 2010.

En concreto, las inmobiliarias facturaron 1.559 millones hasta septiembre, una cifra que contrasta con los 3.160 millones logrados en el mismo periodo del año pasado. En esta ocasión, el número de inmobiliarias que han presentado pérdidas en el periodo se ha reducido a cinco empresas desde las siete que presentaron números rojos en 2010.

Colonial y Renta Corporación, con unas ganancias de 25 y 4 millones, respectivamente, protagonizaron la vuelta a beneficios entre enero y septiembre, lo que ha ayudado a reducir el total de pérdidas de las grandes inmobiliarias españolas.

La inmobiliaria que ha contabilizado las mayores pérdidas ha sido Martinsa Fadesa, que las ha multiplicado por cinco hasta los 496 millones, como consecuencia de las provisiones y las amortizaciones contabilizadas por el deterioro de activos y los gastos devengados por su deuda concursal.

A continuación se situó, Reyal Urbis, con unos números rojos de 135,5 millones, y Quabit, que perdió 57,9 millones. Ambas se encuentran inmersas en la negociación de su deuda con las entidades financieras.

Metrovacesa redujo sus pérdidas hasta los 15,6 millones, pero sigue siendo, como en el 2010, la compaía más endeudada, con un pasivo de 4.876 millones. Le sigue Realia contrajo sus ganancias hasta los 7,4 millones por el mal comportamiento del negocio, principalmente residencial.