Vitoria. Grecia afronta una nueva era. Yorgos Papandreu, hasta ahora el férreo primer ministro del Estado heleno, dimitió anoche, propiciando así un Gobierno de unidad nacional, que ya no estará dirigido por el líder del PASOK, que lo hacía desde octubre de 2009. El anuncio se produjo tras la reunión a tres entre el presidente de Grecia, Carolos Papoulias, con el propio Papandreu y Antonis Samaras, líder de la principal fuerza de la oposición, la conservadora Nueva Democracia. Los tres lograron llegar a un acuerdo para formar un Ejecutivo de cohesión. "Se ha llegado a un acuerdo de formar un Gobierno que lleve a elecciones inmediatas, tras aprobar el acuerdo del 26 de octubre en Bruselas", insistieron fuentes oficiales.
Después de una tarde de infarto, la cúpula política de Atenas logró así a un acuerdo para formar un gobierno de transición, cuya principal labor será implementar las directivas económicas fijadas por la Unión Europea en la cumbre de finales de octubre, según informó la presidencia griega.
Será por tanto un ejecutivo de urgencia, pero del que apenas han trascendido datos. Está previsto que hoy los dos líderes retomen las negociaciones sobre "la determinación de las obligaciones y la implementación del acuerdo del 26 de octubre y sobre el tiempo que se requiere", según añadió el comunicado. Además habrá contactos entre Papandreu y Samaras sobre el nuevo primer ministro y el nuevo Gobierno", al mismo tiempo que el presidente Papoulias "convocará un nuevo encuentro con todos los líderes políticos".
Está previsto que el líder opositor Samaras dé a conocer hoy mismo la formación del nuevo gabinete y el nombre del nuevo jefe de gobierno. Nada ha transcendido de forma oficial, aunque según especulaciones de los medios locales, el ex vicepresidente del Banco Central Europeo Lucas Papademos podría ser el nuevo premier del país. Papademos, de 64 años, es un economista formado en el MIT y vicepresidente del Banco Central Europeo entre 2002 y 2010.
Semana decisiva La medida llega tras una semana complicada. El pasado viernes, el Parlamento griego votó a favor de Papandreu en una moción de confianza celebrada por la noche, tras más de seis horas de un dramático debate. Un total de 153 de los 298 parlamentarios votaron a favor del primer ministro socialista. Con ello, Papandreu consiguió incluso más votos que los 152 escaños de su partido, el Pasok. La situación, sin embargo, no mejoró tras la moción. Samaras siguió exigiendo la dimisión de Papandreu y rechazó cooperar en un posible gobierno de coalición. El primer ministro, por su parte, no desistió de sus planes de un gobierno de unidad y rechazó dimitir hasta alcanzar el acuerdo correspondiente.
Tras el fracaso de los primeros encuentros de Samaras y Papandreu por separado con Papoulias, el acuerdo fue perfilándose como posible en el transcurso de la jornada de ayer.
Papandreu dirigió antes la que fue su última reunión de gabinete como jefe de gobierno. Un Consejo de Ministros extraordinario en el que Evánguelos Venizelos, ministro de Economía, presentó una hoja de ruta con siete medidas inapelables que deberá seguir el futuro Gobierno de coalición griego, según transcendió anoche.
Papandreu anunció su decisión de echarse a un lado para favorecer el acuerdo ayer mismo, poco después de que Samaras entreabriera la puerta a un Gobierno de transición que gestione la dramática crisis en la que se encuentra el país heleno. El hasta ayer primer ministro propuso después a Samaras una reunión urgente para desbloquear la situación, encuentro que concluyó con el anuncio de la dimisión y el acuerdo, ya por la noche.
"No estoy interesado en ser primer ministro en el futuro Gobierno", afirmó Papandreu en una nota de prensa justo tras el Consejo de Ministros celebrado a primera hora de la tarde. "Está claro que este Gobierno pasará el testigo. No lo dejará caer, sino que se lo entregará a un nuevo Ejecutivo si llegamos a un acuerdo, y espero que esto suceda pronto. Y cuando digo pronto, quiero decir hoy, no mañana", afirmaba en ese texto el hasta ayer máximo dirigente del Ejecutivo.
Pese a que el futuro político griego parecía claro, fuentes del Ejecutivo aseguraban, antes del anuncio, que el líder del PASOK iba a presentar su dimisión como en cuanto se alcanzase el acuerdo para la formación de un Gobierno de amplia coalición. Pero sólo cuando se alcanzase ese acuerdo, nunca antes. "No puede haber dimisión sin que haya antes un acuerdo porque se produciría un vacío de poder. Primero es necesario un acuerdo entre los partidos para la designación de un nuevo primer ministro".