atenas. El inicio de consultas en Grecia para formar un Gobierno de concertación nacional sin la dimisión previa del primer ministro es inusitado en el país heleno y puede acabar en el estancamiento político, dado el escepticismo en sus filas y la falta de disposición de la oposición de apoyar el plan.

No hay ninguna disposición constitucional que prevea la situación actual. El rechazo oficial del dirigente de la ND, Antonis Samarás, a la iniciativa del primer ministro heleno, Yorgos Papandreu, estanca de momento los esfuerzos del primer ministro, quien por otro lado se ha mostrado dispuesto a dimitir.

Las intenciones de Papandreu fueron recibidas con escepticismo entre la mayoría de los grupos. "Los dirigentes de los partidos políticos siguen actuando en contra de los intereses del país", declaró Yórgos Floridis, exdiputado del gubernamental Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK) quien en junio pasado renunció a su cargo y pidió la formación de un Gobierno de "salvación nacional".

Mientras los diputados del principal partido de la oposición, la conservadora Nueva Democracia (ND) subrayaban que su grupo exige la convocatoria de elecciones inmediatas, el ultraderechista LAOS y la liberal Alianza Democrática se mostraban accesibles a participar en una amplia coalición, pero con la condición de que participe ND.

Los tres partidos de la izquierda opositora rechazaron asimismo el proceso iniciado ayer por Papandreu y, al igual que ND, piden la convocatoria inmediata de elecciones.

Para el portavoz del Partido Comunista Griego (KKE), Papayótis Mendrekas, dicho proceso es "una maniobra de la burguesía para acallar el movimiento popular".