Vitoria. La ciudadanía griega no votará directamente sobre el segundo plan de rescate. Así se desprende del anuncio realizado ayer por el titular de Finanzas, Evángelos Venizelos, quien, en nombre del Gobierno, anunció que no se celebrará el polémico referéndum que en los dos últimos días había puesto patas arriba los mercados. "El Gobierno anuncia de forma oficial que no avanzará hacia un referéndum", dijo Venizelos en una intervención ante el grupo parlamentario socialista.

La puesta en escena del anuncio es significativa. No fue el primer ministro, Yorgos Papandreu, el encargado de protagonizarla, sino Venizelos, que se perfila como el posible sustituto de Papandreu en un eventual gobierno de unidad nacional. Y es que dos son las razones formales esgrimidas por Papandreu para justificar su marcha atrás ante la polémica consulta: por una parte la consecución de un acuerdo con la oposición para que respalde en el Parlamento el Plan de Rescate y, por otro lado, la confirmación de los contactos para crear un gobierno de unidad nacional.

Pero ese gabinete, desde luego, no lo manejaría él y más teniendo en cuenta las exigencias de la oposición. El líder de Nueva Democracia (ND), Antonis Samaras, ha puesto como condición irrenunciable para la creación de un gobierno de transición que Papandreu dimita y convoque elecciones anticipadas. El dice que en seis semanas. "Propongo un gobierno de transición que dure seis semanas, con personas de amplia aceptación para ir a elecciones", señaló el líder opositor en el debate ante la crucial moción de censura prevista para hoy. "Le pido a Papandreu que dimita para facilitar la situación", aseveró Samarás, cuyo grupo parlamentario se retiró del debate en el Parlamento al final de su discurso tras acusar al primer ministro de "chantajear" y de "mentir" acerca de la convocatoria de un referéndum sobre las ayudas internacionales. Eso sí, confirmó que hay pacto para aceptar el segundo plan de rescate como exige la UE: "Acepto el acuerdo pero no las medidas que han traído fracaso", dijo Samaras.

Relevo Así las cosas y a la espera de qué sucede hoy con esa crucial moción de confianza (que podría no votarse si finalmente se llega a un acuerdo para la salida de Papandreu y la organización de un gobierno de concentración), el nombre de Venizelos toma fuerza como posible sucesor. El titular heleno de Finanzas, que hasta ahora había mantenido diferencias sobre la conveniencia de convocar el referéndum, subrayó ayer, tras anunciar su retirada, que "es positivo enviar un mensaje de estabilidad a los socios (comunitarios)". Según su discurso Grecia "debe tener un Gobierno estable, un sistema bancario a salvo y debe moverse lo más pronto posible con resultados claros". Es la clase de discurso que esperan desde Europa para liberar, en primer término los 8.000 millones del sexto tramo del primer rescate (el 16 de noviembre ha de pagar vencimientos de deuda por 3.600 millones) y, en segundo término, para acceder al segundo plan y evitar así la bancarrota

Venizelos también apuntó que "la crítica situación exige que se consigan 180 escaños (tres quintos) en el Parlamento para aprobar el acuerdo del 26 de octubre". El compromiso de ND junto a un PASOK que se alinea tras el ministro de Finanzas, garantizaría esa cifra.