ATENAS. "Incluso si no vamos a un referéndum, que nunca era un fin en su mismo, saludo la posición de la oposición conservadora que está dispuesta a ratificar en el Parlamento el acuerdo de la cumbre de Bruselas", señala un comunicado de la oficina de Papandréu.
"Estoy satisfecho de que no vayamos a una consulta popular, porque ése no era mi propósito en sí", dijo el acorralado primer ministro, quien se enfrenta a una creciente resistencia interna en su propio partido.
Según la nota, Papandréu agrega que siempre "había dicho que si había apoyo (por parte de la oposición), no había necesidad de un referéndum".
Paralelamente, el primer ministro griego propone "que un equipo del partido (el socialista Pasok) dialogue con la oposición conservadora", al tiempo que él mismo hablará con el líder opositor Antonis Samaras "para avanzar hacia un amplio consenso".
En todo caso, el primer ministro griego advirtió de que incluso si se da un tipo de cooperación con la oposición, Grecia "no ha salido del torbellino" todavía.
El ministro de Sanidad, Andreas Loverdos, un histórico e influyente representante del Pasok, había sugerido con anterioridad a Papandréu que dimita si no está seguro si obtendrá mañana viernes el apoyo de su grupo parlamentario en una moción de confianza, según informó el canal ateniense MEGA, que cita fuentes del consejo de ministros, que se celebra desde hace unas horas en Atenas.
Por otra parte, el ministro de Transporte, Yannis Ragussis, apuntó hoy a un gobierno de unidad nacional como solución a la actual crisis institucional.
En declaraciones a la prensa en el Parlamento de Atenas, el ministro dijo que "hasta ahora el sistema político (del país) funcionaba subrayando las diferencias entre partidos", dando a entender que la solución pasa por un pacto entre las formaciones presentes en la Cámara.
En ese sentido, otras fuentes del Pasok confirmaron a Efe en Atenas que 100 de los 151 diputados socialistas han presentado a Papandréu una propuesta para iniciar un proceso hacia un Gobierno de unidad nacional, que apruebe el plan de rescate internacional sin la necesidad de una consulta popular.