MADRID. Ello se debía al repunte en la rentabilidad del bono español a diez años, que subía al 5,542 %, en tanto que el bono germano recortaba su rendimiento desde el 2,023 % al 1,863 %.

El mal sabor de boca que dejó la cumbre de líderes europeos celebrada la semana pasada en Bruselas volvía a provocar tensiones en la deuda soberana europea, pocos días antes de que comience una nueva reunión en Cannes (Francia), un encuentro en el que estará también presente Estados Unidos.

La decisión del gobierno griego de convocar un referéndum sobre el acuerdo alcanzado para solucionar la crisis griega y que incluye una condonación del 50 % de la deuda del país convencía a los inversores de que la resolución de la crisis está aún lejos.

No obstante, era la deuda soberana italiana la que en mayor medida acusaba hoy estas tensiones, agravadas por los malos datos macroeconómicos conocidos ayer, que sitúan la inflación del país en el 3,4 % en octubre, el dato más alto desde octubre de 2008, y el paro en el 8,3 %, 0,3 puntos más que en el mismo mes de 2010.

Así, el sobrecoste que los inversores exigen por la compra de deuda italiana alcanzaba los 427 puntos básicos, desde los 405 con que cerró la víspera.

La prima de riesgo de Grecia subía hasta 2.117 puntos básicos desde los 2.025 del cierre anterior y la de Portugal alcanzaba 992, por encima de los 944 precedentes.

Los seguros de impago de deuda (credit default swap o CDS) relativos a los bonos a diez años de España para cubrir la posibilidad de impago de 10 millones de dólares se cambiaban a esta hora a 334.270 dólares anuales, por encima de los 327.705 del cierre anterior.

Respecto a los futuros, los que adelantan el comportamiento de la deuda europea subían al 137,17 %, desde el 135,17 % anterior, mientras que los que pronostican la evolución de la deuda estadounidense parten hoy del 139,31 %.