MADRID. En el estudio, la Comisión ha analizado la jornada laboral, además de en España, en Alemania, Bélgica, Francia, Finlandia, Italia, Luxemburgo, Reino Unido y Suecia en los sectores de banca, servicios, oficinas, Administración, comercio e industria.
En la mayoría de los países estudiados, los trabajadores suelen concluir su jornada laboral entre las 17.00 horas y las 18.00 horas, mientras que en España finaliza en torno a las 19.00 horas e incluso más tarde.
En los países consultados no existe la denominada jornada intensiva, a diferencia que en España, donde este tipo de horario se aplica fundamentalmente en la Administración y la banca, además de en determinadas empresas de administración y empresas durante los meses de verano.
En cuanto al tiempo dedicado a la comida en Europa oscila entre los 30 minutos y los 60 minutos, en tanto que los españoles tienen entre una hora y media y hasta dos horas.
Asimismo, en Suecia, Finlandia o Francia las políticas de flexibilidad de horarios están "plenamente" establecidas.
Todo ello confirma, a juicio del presidente de la Comisión, Ignacio Buqueras, que en España la tarea por conseguir unos horarios más racionales adaptados a la UE "no está ni mucho menos terminada".
Apunta que se ha puesto de manifiesto que las jornadas laborales en Europa contrastan con las "interminables" que aún existen en España y que "inhabilitan a los trabajadores para conseguir una completa conciliación de su vida laboral con su vida personal y familiar".
Así las cosas, Buqeuras considera "indispensable" un "gran acuerdo" entre todas las fuerzas sociales para el logro de unas jornadas "más racionales" en España, máxime cuando, asegura, está acreditado que las empresas que aplican horarios más flexibles mejoran su productividad.