vitoria. Varios grupos de ecologistas vascos (entre ellos Ecologistas en Acción), representantes del partido político Equo y ciudadanos a título personal presentarán esta semana un recurso ante la decisión del Ministerio de Industria de aprobar las solicitudes para la explotación de los dos primeros pozos de extracción de gas no convecional que el Gobierno Vasco, a través del EVE, y dos compañías norteamericanas prevén poner en marcha el año que viene. La decisión, barruntada entre estos colectivos desde que el lehendakari anunciara recientemente la noticia en Dallas, tomó ayer fondo y forma durante un encuentro celebrado a media tarde en la Fundación Ecologista Gaia. Según un portavoz, el asunto no sólo es "muy preocupante", sino que esconde "oscuros intereses" que los ciudadanos "nunca vamos a saber". Se refiere esta fuente, por ejemplo, al uso "descomunal" de agua necesaria para extraer el gas mediante fracking (fracturación hidráulica) -se calcula para un pozo medio entre 245 y 2.300 toneladas- y sobre todo al uso "indiscriminado" de compuestos químicos -hasta 600, según reconoció ayer-, algunos de los cuales podrían resultar cancerígenos. Para avalar la presentación del recurso y concienciar socialmente del "grave peligro" que corre el acuífero alavés y sus ciudadanos, el grupo de verdes recordó que no sólo en varios estados de Norteamérica esta técnica ha sido prohibida, sino que incluso en Francia también se ha demostrado inviable este tipo de proyectos.

Mientras tanto, el tiempo corre, y la intención del Gobierno vasco es continuar con su hoja de ruta: comenzar las pruebas en los próximos dos años e iniciar la extracción comercial del gas a partir de 2016 si se cumple la premisa que ayer lanzó el viceconsejero de Industria, Xabier Garmendia: "No se extraerá gas en Álava si no es viable técnica, económica y medioambientalmente", advirtió en EITB. Desde el EVE, su director general avanzó que las probabilidades de éxito de este proyecto "son altas", al tiempo que advirtió que el subsuelo alavés "no corre peligro" y que esta técnica, que es "mecánica", "no incluye ningún proceso de reacción química", señaló Juan Ignacio Hormaetxe.