Bruselas. Funcionarios de la Comisión Europea han realizado inspecciones por sorpresa en bancos de varios Estados miembros ante las sospechas de que hayan alcanzado acuerdos ilegales para pactar precios y repartirse el mercado de los derivados financieros ligados al euríbor. "La Comisión teme que las empresas en cuestión podrían haber violado las reglas antimonopolio de la UE que prohiben los cárteles y las prácticas comerciales restrictivas", según anunció ayer en un comunicado. En principio y aunque no hay detalles sobre esta operación, fuentes cercanas al Gobierno aseguraron que esas inspecciones no se han hecho en España mientras las agencias internacionales y The Wall Street Journal apuntaban al Deutsche Bank alemán y a "un gran banco francés".

Las inspecciones comenzaron el 18 de octubre. Siguiendo su práctica habitual, el Ejecutivo comunitario no desveló el número ni la identidad de las entidades afectadas, ni tampoco los Estados miembros involucrados. Las inspecciones por sorpresa constituyen un paso preliminar en la investigación de prácticas contrarias a la competencia, aunque desde Bruselas se insistía en que "el hecho de que se lleven a cabo no significa que las compañías sean culpables ni prejuzga el resultado".

No existen plazos legales para completar estas investigaciones y su duración depende de una serie de factores, incluyendo la complejidad de cada caso, el grado de colaboración de las empresas y el ejercicio del derecho de defensa.

Según el diario Expansión, la posible práctica ilegal consistiría en que los bancos implicados podrían haber rebajado la estimación del euríbor para dar la sensación de una mejor salud financiera ante la competencia y los inversores. Para el ciudadano este implicaría, según el mismo diario, que los titulares de hipotecas vinculadas a este indicador habrían estado pagando menos por sus créditos como consecuencia de esta rebaja artificial.