madrid. El presidente del grupo Santander, Emilio Botín, está no sólo en contra de la obligación de recapitalizar la banca (pese a que ésta y su falta de solvencia está en el origen de la crisis), sino también de que las entidades europeas entren a regular el sector. El presidente del BSCH aseguró ayer que "la excesiva regulación que se está imponiendo al sector bancario puede poner en peligro la capacidad de la recuperación económica". "Es el momento de frenar el tren regulatorio y valorar y calibrar el impacto de las medidas que ya están marcha", dijo Botín en la apertura de la IV Conferencia Internacional de Banca, organizada por su entidad y que reúne en Madrid a importantes actores financieros del panorama mundial. El banquero aprovechó la presencia del presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA en sus iniciales en inglés), Andrea Enria, para cargar contra las propuestas que circulan en el mercado para aplicar una quita a la deuda de algunos países periféricos europeos -entre los que podría estar España- y obligar así a una mayor recapitalización de la banca. "Poner en duda de forma generalizada la sostenibilidad de la deuda pública o del sistema financiero europeo puede llevarnos a una espiral imparable de crisis soberanas y crisis bancarias", alertó Botín.
El banquero reconoce que algunas entidades con exposición a la deuda griega pueden necesitar ampliar su base de capital, pero dejó claro que "no debe forzarse una recapitalización indiscriminada de la banca europea sin resolver de forma definitiva el problema de la deuda pública". En su opinión, estas nuevas propuestas (subir el nivel de capital de máxima calidad y depreciar la deuda de los países periféricos) "no tienen ningún sentido" porque "no respetan" las reformas que hay en marcha e "invalidan" los exámenes de capital que hizo la EBA "hace solo tres meses". Más allá de estos inconvenientes, Botín cree que estas propuestas "crean inseguridad y confusión, aumentan la incertidumbre y contraerán el flujo de crédito".