NUEVA YORK. La agencia Standard & Poor's (S&P) ha rebajado un escalón la calificación crediticia a largo plazo de España, desde 'AA' a 'AA-', con perspectiva negativa, justificando su decisión en el elevado desempleo de España, su débil crecimiento económico, las duras condiciones financieras y el alto nivel de endeudamiento del sector privado.
"A pesar de las señales de resistencia en el desempeño económico durante 2011, vemos destacados riesgos para las perspectivas de crecimiento de España debido al alto desempleo, las duras condiciones financieras, el aún alto nivel de deuda del sector privado, y la probable desaceleración económica en los mayores socios comerciales de España", ha explicado S&P en un comunicado.
Asimismo, la agencia ha señalado que los "activos problemáticos" podrían continuar debilitando el sistema bancario español y que la "incompleta" reforma laboral podría contribuir a agravar el problema del desempleo, factores que pesarían en la recuperación.
En este contexto, S&P ha advertido de que podría volver a rebajar la calificación crediticia del país si, de acuerdo con sus previsiones, "la economía española se contrae en 2012, la posición fiscal se desvía significativamente de los objetivos presupuestarios del Gobierno, y se retrasan la segunda reforma laboral u otras que puedan impulsar el crecimiento económico".
La agencia prevé que la economía española crezca en términos reales cerca de un 0,8% este año, mientras que para 2012 espera un crecimiento del PIB del 1%, medio punto menos de lo estimado por S&P el pasado mes de febrero.
LA BANCA, EL PRIMER AVISO
Este recorte de la calificación crediticia a largo plazo de España se produce unos días después de que esta misma agencia recortara la calificación crediticia a 10 entidades financieras españolas, entre ellas Banco Santander y BBVA, debido al riesgo económico de España.
Standard & Poor's indicó entonces que la economía de España se enfrenta a riesgos en su perspectiva de crecimiento a corto plazo, y que su actividad del mercado inmobiliario sigue "deprimida" y la turbulencia en los mercados de capital ha aumentado.
El mismo día en que S&P rebajaba la calificación a la banca española, Fitch Ratings también comunicaba el recorte de la calificación crediticia a la gran banca española. En concreto, Fitch rebajó en un escalón los ratings de Banco Santander, Banesto, BBVA, CaixaBank, Banco Popular y Banco Sabadell.
Fitch rebajó también la pasada semana en dos escalones la nota de solvencia de España, hasta 'AA-' desde 'AA+', con perspectiva 'negativa'.