Berlín. La locomotora alemana va a sufrir "un fuerte frenazo" a corto plazo por el fuerte endeudamiento de la eurozona y los problemas de capitalización de su banca, afirmaron ayer los principales institutos de estudios económicos germanos.
En su informe de perspectivas de otoño, los institutos estimaron que el Producto Interior Bruto (PIB) de Alemania crecerá un 2,9% este año -cuando se había previsto un repunte del 3,6%- y apenas un 0,8% en 2012, lejos del 2% previsto.
Además, pronosticaron una mejora moderada del resto de indicadores macroeconómicos de Alemania para 2012 y un empeoramiento de la situación en la mayoría de países periféricos de la eurozona, con España rozando la recesión.
"El mayor riesgo es el recrudecimiento de la crisis de la deuda y la confianza de Europa, por la que las condiciones financieras de la economía podrían empeorar de forma notable afectando a la economía real", aseguró Roland Döhrn, miembro del instituto de investigación económica RWI al presentar el informe.
El documento, bajo el título La crisis de la deuda lastra la coyuntura alemana, insta a la eurozona a adoptar medidas para atajar las dificultades que atraviesan sus finanzas.
"Las medidas adoptadas hasta ahora han relajado la situación a corto plazo pero no han resuelto los problemas de fondo", argumentó Döhrn, que agregó, como ejemplo, que el endeudamiento griego no es soportable. Por eso, los institutos abogan por que la eurozona recapitalice sus bancos, algo "esencial" para Joachim Scheide, del Instituto para la Economía Mundial (IfW).
No obstante, consideraron que esta inyección debe ser "provisional" y exigieron un mecanismo permanente para solventar este tipo de cuestiones, así como elevar el capital propio exigido a los bancos y la posibilidad de que ninguna entidad sea tan grande como para no caer.
El enfriamiento de la coyuntura llevó los institutos a dar por sentado además que antes de fin de año el Banco Central Europeo (BCE) rebajará en un 0,5% los tipos de interés para reactivar la economía.
El único punto en el que no se pusieron de acuerdo fue en su valoración de la decisión del BCE de adquirir bonos soberanos de Italia y España. Mientras algunos calificaron de inevitable su actuación y subrayaron las consecuencias negativas de una no intervención, otros hicieron hincapié en la pérdida de la independencia y de la credibilidad de la institución, así como en la reducción de la presión sobre los países afectados para consolidar sus finanzas.
El estudio prevé que la inflación en Alemania se situará este año en el 2,3% y en el 1,8% en 2012. La tasa de desempleo se situará en el 7% este año y en el 6,7% el que viene.
Además, estiman que el déficit de la primera economía alemana permanecerá por debajo de los máximos permitidos a nivel europeo y supondrá un 0,9% del PIB en 2011 y un 0,6% en 2012.