El lehendakari Patxi López anunció ayer, tras su entrevista con el comisario de la competencia, Joaquín Almunia, su intención de que representantes del Gobierno Vasco, diputaciones forales y Comisión Europea se reúnan durante las próximas semanas para buscar fórmulas "económico-financieras" con las que suavizar el impacto que tendrá la devolución de las llamadas vacaciones fiscales en las empresas y economía vasca. Pero ni una palabra de solicitar la retirada de la denuncia y la multa multimillonaria con la que amenaza Bruselas, por no recuperar unas ayudas que considera ilegales. Según fuentes del Ejecutivo vasco, que acompañaron ayer a López en su visita institucional, "ese tema está en la vía judicial y no se puede parar".

La Diputación Foral de Bizkaia había solicitado directamente al lehendakari que hiciera una labor de intermediación ante el eurocomisario Almunia y le pidiera la retirada de la demanda y la multa propuesta por la Comisión en abril de este mismo año. Una cuestión que a tenor del resultado del encuentro celebrado ayer no se produjo, lo que pone de manifiesto que el Ejecutivo vasco avala la tesis de la dirección general de la Competencia que dirige el también socialista vasco, Joaquín Almunia. Es decir, defiende el criterio de cálculo de Bruselas frente al que utilizaron las diputaciones para recuperar las ayudas.

Para Patxi López el asunto está meridianamente claro: "Hay dos sentencias firmes que declaran que las ayudas de los años noventa son ilegales y, por tanto, dos sentencias que hay que cumplir: la devolución de las ayudas", zanjó ayer. Así que, lejos de buscar gestos de comprensión por parte de la Comisión Europea, como le había pedido la diputación vizcaína, lo que ahora toca a juicio del lehendakari es buscar y negociar fórmulas para que el impacto sobre las empresas y la economía vasca sea el menor posible.

"Lo que he hablado con el comisario de la Competencia es la necesidad de articular mecanismos que nos permitan reunirnos a la Comisión, las diputaciones y el Gobierno vasco para buscar fórmulas económico-financieras que permitan solventar la situación de aquellas empresas que devolviendo las ayudas están abocadas a una situación delicada, casi de cierre", explicó.

López avanzó que del acuerdo con Almunia saldrán en las próximas semanas "reuniones muy técnicas" en las que analizar la devolución de las ayudas caso por caso y sus posibles soluciones. Entre las posibilidades mencionadas: avales y el uso de capital riesgo. "Lo mejor es que haya formulas concretas para estos casos que pueden partir de ayudas que ya son legales y avales del Gobierno Vasco que podrían permitir esa solución, o en su caso, si hiciera falta, poner en marcha una nueva, pero siempre dentro de la legalidad europea para no volver a cometer el error que cometimos antes pero que tenga como objetivo salvar las empresas", explicó.

Los servicios de la Competencia evitaron ayer pronunciarse oficialmente sobre la propuesta del lehendakari. Sí lo hicieron desde la diputaciones, que al cierre de esta edición no habían recibido ninguna comunicación por parte del Ejecutivo. Desde Bizkaia consideran que Almunia podría haber hecho mucho más en todo este contencioso y consideran que se ha perdido una oportunidad para retire su petición de multa.

La portavoz del ente foral guipuzcoano, Larraitz Ugarte, apostó por minimizar el impacto en las empresas. "En principio no estamos a favor de ahogar a nadie. Las empresas están en una situación de crisis económica y esto ahora es un problema", advirtió. El diputado general de Álava, Javier de Andrés, valoró positivamente el anuncio y se mostró "encantado" de la próxima convocatoria de una reunión en la que poder explicar la visión de Álava para buscar soluciones que permitan a las empresas salir adelante.

ejemplo industrial vasco El lehendakari presentó en el Comité de Regiones de la UE un dictamen sobre el desarrollo de un modelo de crecimiento económico basado en la modernización del sector industrial e inspirado en la experiencia del País Vasco. El salto cualitativo del modelo de la CAV, gestado las últimas dos décadas, ha recabado el aplauso de Europa. Al presentar la propuesta en rueda de prensa, López afirmó que "el honor de haber sido elegidos" se debe a que el País Vasco es una región "con una gran tradición industrial, que a la vez ha sabido hacer la transformación de esa industria tradicional en una industria moderna capaz de ser motor de economía y desarrollo". El documento "es fruto de una amplia actividad de exposición y de consenso" que ha obtenido el "apoyo unánime" de la Comisión Europea, según el lehendakari. El dictamen analiza el papel clave de la industria "como motor del desarrollo del nuevo modelo europeo de crecimiento sostenible".