BILBAO. El Gobierno griego sigue haciendo los deberes que no hizo antes y aprovechó el día de ayer para fijar los nuevos ajustes de gasto a introducir en los Presupuestos de 2012, así como estudiar la forma de reducir el número de funcionarios en un 30% sin adoptar medidas anticonstitucionales. Hoy serán los ministros de Economía de la eurozona los que examinarán en Luxemburgo las nuevas medidas de ajuste adoptadas por Grecia a cambio de su rescate, pero no desbloquearán la ayuda urgente de 8.000 millones de euros que Atenas necesita para no suspender pagos en octubre. El retraso se debe a que todavía no está listo el informe de los inspectores de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que debe certificar si Grecia cumple las condiciones. Los inspectores, -que abandonaron Atenas a principios de septiembre tras constatar fuertes desvíos respecto a los objetivos de reducción de déficit para los próximos años-, regresaron al país el pasado jueves después de que el gobierno griego anunciara un nuevo paquete de medidas, entre las que hay una tasa inmobiliaria y recortes de salarios a funcionarios. Con todo, se prevé que la troika (de la Comisión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo) se quede todavía en Atenas hasta el 7 de octubre para concluir las negociaciones.
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