vitoria. No hay maquillaje en el discurso del responsable jurídico de Adecco, una de las cinco primeras compañías en creación de empleo. "Con semejante problemón", dice, "no nos lo podemos permitir". El pasado jueves, ante 140 empresarios alaveses, desveló su receta contra la crisis: reformas "de verdad" y, sobre todo, un gran cambio de actitud.
A pesar de las continuas reformas (hasta cuatro en los últimos meses), los desajustes de la crisis continúan sin corregirse. ¿Por qué?
Porque las medidas adoptadas han sido insuficientes, excesivamente maquilladas. La manida flexibilidad interna que se vendió a los empresarios sigue dependiendo de una autoridad laboral que no facilita las cosas y que se puede tirar dos meses para comprobar si el enfermo realmente lo está o no.
¿Existe receta para sobrevivir?
No hay fórmulas mágicas, pero sí estímulos que puedan ayudar a enmendarlo. Y uno de ellos, desde luego, no es ajustar plantillas o despedir personas, sino encarar con valentía una revisión del modelo laboral y modificar la estructura salarial del país para ajustar los salarios a la realidad económica.
¿Le consta que el empresariado no quiere contratar precisamente porque el marco es muy estricto?
Es muy probable. De un tiempo a esta parte se han lanzado reformas como si fueran la panacea y resulta que seguimos con 25 tipos diferentes de modelos de contrato, algunos de ellos tremendamente complejos de aplicar. Es absolutamente necesario simplificar los modelos de trabajo.
¿Se acabará asumiendo en España que los salarios han de estar ligados a la productividad?
El modelo actual es un modelo caduco. Seguir ligando los salarios al IPC es vivir en otra órbita. Por eso creo que la productividad como elemento clave en la remuneración va a llegar sí o sí. Afortunadamente no es un modelo nuevo. Ahí están los casos de Iberdrola o Euskatel. Es algo que se tiene que generalizar en el ámbito privado pero también en el público, donde lamentablemente se prima cada vez más el presentismo que la productividad.
Desde la órbita sindical se denuncia que la mitad de los convenios siguen congelados...
Pero cómo no van a estarlo si en plena recesión y crisis plantean incrementos salariales ¡por encima del 10%! Es algo propio de una negociación, la colectiva, absolutamente envenenada. ¿Cómo es posible que una persona pueda ganar gracias a un complemento por incapacidad temporal que ha sufrido fuera de una empresa más que si estuviera trabajando?, ¿cómo es eso posible?
¿El papel que desarrollan los sindicatos está acorde a los tiempos?
Viven en otra realidad, sin niguna duda. Los 200.000 liberados sindicales que no trabajan más que para sus centrales, ¿usted cree que una economía como la nuestra lo puede soportar? Se tienen que adaptar ya. Desde que surgió el Estatuto de los Trabajadores hace treinta años no ha cambiado nada y eso resulta inconcebible tal y como suceden las cosas en estos momentos.
¿Cree que el Gobierno que surja tras el 20-N tendrá que comerse el marrón
No sé si el PP ganará, pero si lo hace debería tener la valentía suficiente para llevarlas a cabo porque si además logra mayoría, como indican algunas encuestas, y no hace lo que se debe hacer, por muy doloroso que esto sea, resultaría un absoluto irresponsable.