Donostia. La Corporación Mondragon, el principal grupo industrial de Euskadi y el séptimo de todo el Estado, ya tiene un nuevo "paraguas corporativo", un marco de referencia que indica a sus 225 empresas las pautas a seguir para una adaptación necesaria que les permita ser competitivas en el escenario de una crisis que perdurará en el tiempo. En este caso, el reto autoimpuesto es la transformación. Una metamorfosis que provocará cambios tales como el "redimensionamiento de los distintos negocios para adaptarse a la demanda del mercado global" -en la práctica se traduce en una mayor internacionalización-, la "orientación a los mercados emergentes", el "posible desarrollo de nuevas alianzas estratégicas", la "reconducción de actividades con menor potencial de crecimiento" hacia otras con mejores perspectivas, o la "apuesta decidida por el desarrollo de proyectos integrales corporativos"; este último punto se refleja de forma muy gráfica en el proyecto de coche eléctrico que Mondragon puso en marcha el pasado año y en el que participarán varias empresas de la corporación

Cambios basados, todos ellos, en criterios como la "internacionalización, la innovación, la promoción y el conocimiento, la renovación permanente de los modelos de negocio, la intercooperación dentro y fuera de la corporación con el fin de ofrecer soluciones integrales y prestaciones de valor añadido y el compromiso e identidad corporativa".

Así lo acordaron ayer en el congreso anual de la corporación los 650 compromisarios convocados en representación de todas las empresas integradas en el grupo cooperativo, al aprobar por unanimidad la Política Socioempresarial 2013-2016, un documento de "gran importancia", según Mondragon, que define la estrategia futura de este grupo que emplea en todo el mundo a más de 83.000 empleados -el 85% de ellos socios- y cuyo principal objetivo es mantener y garantizar el empleo.

"empleo de valor añadido" A partir de este momento, sus más de 220 cooperativas deberán realizar durante 2012 las reflexiones para la definición de sus planes estratégicos y desplegar, siguiendo la citada hoja de ruta, los correspondientes planes de gestión para el periodo fijado.

La Política Socioempresarial 2013-2016 plantea como reto "transformar nuestro tejido empresarial" para, en los próximos años, "ser un grupo empresarial con negocios rentables y sostenibles para generar empleo de valor añadido".

La Corporación Mondragon vivió en 2009 su peor año -su beneficio neto se redujo a 68 millones de euros-, en el que procedió a tomar varias medidas de ajuste que el grupo consideró determinantes para hacer suelo e iniciar la senda de la recuperación en 2010. Así, entre los resultados del pasado ejercicio, además de los 178 millones de ganancias, destaca el hecho de que el 21,4% de sus ventas industriales fueron productos o servicios que no existían cinco años antes, cuando el grupo crecía hasta tocar techo en 2007 con más de 103.000 trabajadores y 711 millones de beneficios.