vitoria. El presidente del PNV de Alava, Iñaki Gerenabarena, no pudo aguantar la tentación y ayer saltó definitivamente al ruedo fiscal que en los últimos días copa toda la actualidad económica vasca para opinar sobre si las empresas vascas deben o no devolver las ayudas fiscales que recibieron en los 90. El político alavés señaló que serán los jueces de los tribunales comunitarios quienes "determinarán" si los cálculos de las diputaciones vascas para la devolución de estas ayudas "son correctos o no". En una entrevista en Radio Euskadi, Generabarrena salió en defensa de la Diputación vizcaína, duramente criticada estos días por exigir ahora a sus empresas que recibieron este tipo de ayudas la devolución del dinero cuando antes defendió exactamente lo contrario: "Se ha analizado su decisión con trazo grueso", fue todo cuanto acertó a decir el jeltzale al respecto. Respecto a la posibilidad de que Euskadi pierda este juicio, pidió altura de miras para estar "preparados" porque "no nos podemos permitir un multa de 250.000 euros al día ni perder un millón cada cuatro días".
'CAso Rover' Por otra parte, Gerenabarrena aprovechó la ocasión para repasar también un asunto espinoso para los intereses de Álava como es el caso Rover, por el que las instituciones vascas han de devolver unos 480 millones de euros al Estado. "Es sangrante; hubo un acuerdo político sobre la devolución y luego inmediatamente el Gobierno lo llevó a los tribunales; eso es una vergüenza, y es lo que ha hecho el gobierno de Zapatero. España se está convirtiendo en un lastre que tenemos que soltar cuanto antes", concluyó.