vitoria. Cuatro días después de que la Asamblea General de la Kutxa confirmara la integración total e histórica de las tres cajas vascas (BBK, Caja Vital y Kutxa) y varias jornadas después de que PNV y PSE rebajaran el tono de euforia de Bildu y su cuota de protagonismo en esta compleja aprobación, ayer en Vitoria tres representantes de la coalición abertzale valoraron el nacimiento de Kutxa Bank y respondieron sin tibieza a las críticas del presidente del EBB, Iñigo Urkullu, que el pasaso sábado subestimó el papel de la formación en el proceso de integración. "Lo que a Urkullu realmente le duele es que se le ha terminado el tiempo del monopolio, el tiempo en el que todo tenía que pasar por el PNV", espetó ayer Rafa Larreina, miembro de la ejecutiva de EA. A juicio del exparlamentario, la aparición de Bildu en el mapa político vasco inevitablemente ha cambiado las reglas del juego, un escenario que está provocando, dijo, el "miedo" y el "pánico" en ciertos sectores del PNV.

Lecturas políticas al margen, Larreina sí quiso reivindicar el papel de Bildu en la integración de las cajas vascas, centrando su exposición en dos aspectos clave, la no privatización y el carácter indefinido de las obras sociales. "Hemos blindado Kutxa Bank ante una posible tentación por privatizarla; el control público y social están garantizados, lo cual cierra la puerta a esa corriente neoliberal que, por ejemplo, acabamos de ver en la Caja de Ahorros de Navarra", explicó Larreina. Respecto a la permanencia de la Obra Social, el dirigente de EA confirmó el carácter indefinido que estas entidades tendrán a partir de ahora -en lugar de sólo los tres primeros años, como estaba previsto- y avanzó que además se implicarán desde el próximo mes de enero en el tejido social y empresarial vasco. "Apoyarán más cosas que exposiciones y obras de teatro", concluyó.