Bruselas. El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, dijo ayer que la UE estudia reforzar el fondo de rescate de 440.000 millones de euros para países endeudados recurriendo al apalancamiento, tal y como había reclamado Estados Unidos. Rehn solicitó también una recapitalización de los bancos comunitarios para prevenir una nueva crisis crediticia y una recaída en la recesión. Según datos publicados por la BBC, la ampliación podría cuadruplicar la actual suma del fondo hasta alcanzar los dos billones de euros.
"Estamos pensando en la posibilidad de dotar al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera de un mayor apalancamiento para darle una mayor fuerza", dijo Rehn en una entrevista al periódico alemán Die Welt, en la que no aportó precisiones.
Los países de la eurozona han descartado aumentar la dotación real del fondo, tal y como reclaman economistas o exlíderes europeos como Felipe González o el alemán Gerhard Schröder, por considerar que hacerlo pondría en riesgo la máxima calificación crediticia (triple A) de Francia, según admitió Rehn la semana pasada.
El secretario del Tesoro de EEUU, Tim Geithner, ya pidió a los ministros de Economía de la UE -durante la reunión informal celebrada en la ciudad polaca de Wroclaw el 16 de septiembre- que reforzaran el fondo de rescate para garantizar su asistencia a España e Italia, en el hipotético caso que ambas economías necesitaran ayuda. En aquel momento, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, dijo que no estaban negociando la ampliación del mecanismo con un país no miembro del euro.
El comisario reiteró ayer que la quiebra de Grecia tendría "graves consecuencias políticas y económicas" para Europa y que "el contagio sería difícil de controlar". No obstante, dejó claro que el Gobierno de Atenas no recibirá el próximo tramo de ayuda de 8.000 millones de euros, sin el cual se verá obligado a suspender pagos en octubre, si no cumple con los ajustes exigidos por la UE y el Fondo Monetario Internacional.
Rehn dijo que espera que los ministros de Economía de la UE alcancen un acuerdo en la reunión que celebrarán en Luxemburgo el 3 y 4 de octubre para recapitalizar los bancos comunitarios. "La crisis actual es una combinación de una grave crisis de deuda y de debilidades en el sector bancario. No podemos resolver una cosa sin la otra, debemos resolver ambas", subrayó.
Asimismo, Rehn explicó que los Estados miembros ya han adoptado medidas tras la publicación de los resultados de los test de estrés en julio. "Pero ha quedado claro que hay que hacer más", insistió.
"Debemos completar el trabajo de reparación en el sector financiero reforzando la recapitalización de los bancos para reducir el riesgo de una crisis de crédito y prevenir una mayor ralentización en la economía, que ya se está viendo en Europa y EEUU", reclamó Rehn.
En esta semana crucial para el futuro de la eurozona, con votaciones clave en los parlamentos alemán, finlandés y esloveno sobre reforzar o no el fondo de rescate y con la ayuda de Grecia pendiendo de un hilo, Alemania avisó ayer a la Comisión Europea en voz de su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que no cederá ante la propuesta de aumentar el fondo de rescate.