vitoria. Un nunca antes repetido consenso de las principales fuerzas políticas dio luz verde ayer al nacimiento de Kutxa Bank y, en consecuencia, a la fusión de las cajas vascas en forma de integración con la fórmula legal de SIP ( Sistema Institucional de Protección). Seis años después del fracaso del primer intento -y tres después de la segunda prueba fallida-, la izquierda abertzale, el PNV, el PP, el PSE y algunos sindicatos -sin los nacionalistas- permitieron un consenso abrumador en las asambleas de Caja Vital y BBK. El SIP es ya un hecho, aunque aún queden flecos pendientes.
Y es que el acuerdo de última hora con Bildu hace que el texto final, incluyendo las modificaciones, tenga que ser sometido a aprobación de nuevo en una próxima asamblea en cada una de las cajas. Además, aún falta por conocer el resultado de la votación en la asamblea de Kutxa. Xabier Iturbe, su presidente, en un intento por ganar tiempo para la negociación, convocó la asamblea extraordinaria una semana después de sus homólogas vizcaina y alavesa, por lo que hasta el próximo viernes el acuerdo no será a tres de forma oficial, aunque se da por hecho que el sí triunfará, con los mismos apoyos que ayer.
En cualquier caso, los 90 votos afirmativos sobre 95 presentes de Caja Vital, y los 92 síes -sobre 98 presentes, aunque el cupo es de 100- en la asamblea de BBK, dan muestra del alto consenso en torno a lo que según sus impulsores es "un proyecto estratégico de país", la creación de una única entidad financiera en Euskadi.
No hubo sorpresas en ninguna de las dos citas y ni siquiera los ecos de un enfrentamiento entre los sindicatos con derecho a voto enturbiaron la votación ayer en unas asambleas especialmente cortas.
Carlos Zapatero, presidente de Vital, calificó la cita de "histórica y de trascendental". En el caso de la caja alavesa, de los 95 consejeros, 90 votaron sí, mientras que los dos de ELA rechazaron la fusión y los tres de LAB optaron por la abstención. Significativa la actitud del sindicato vinculado a la izquierda abertzale, que en Bilbao votó no, mientras que los representantes de este sector político, como su portavoz, Arantza Urkaregi, aseguró antes de la cita, votaron sí, asumiendo el pacto de Bildu con los presidentes de las entidades.
Zapatero señaló que "la práctica totalidad de las 45 cajas confederadas existentes a comienzos de 2010 están inmersas en algún proceso de integración, más o menos avanzado. Se han fusionado 14 cajas y otras 27 se han integrado en proyectos tipo SIP. Caja Vital no podía mantenerse al margen", señaló, y por ello aseguró que "éste es un proyecto de país que va a marcar un antes y después para la economía, las empresas y las familias vascas", dijo ayer el máximo responsable de la entidad financiera alavesa.
En el caso de la caja vizcaína los representantes de los sindicatos ELA y LAB y los de la formación política Ezker Batua votaron en contra, sumando seis votos. El resto de fuerzas, políticas y sindicales, dieron su sí, remarcando todos ellos lo histórico del acuerdo. Por cierto que la anécdota del día fue el olvido del secretario, que al llamar uno a uno a los miembros de la asamblea para que efectuaran su voto, olvidó a Iñaki Azkuna, alcalde de Bilbao, que efectuó su derecho al voto con retraso.
"Permítanme comenzar por manifestar mi satisfacción por el hecho de haber alcanzado un acuerdo, así como por el contenido del mismo. Creo que es muy importante que este proyecto nazca con el apoyo de prácticamente todas las sensibilidades relevantes del país" señaló el presidente de la BBK, Mario Fernández, que como líder de la caja más voluminosa de la fusión también será el máximo responsable de Kutxa Bank.
No fue el único que valoró el consenso que ha hecho posible la fusión. Andoni Busquet -alcalde de Basauri-, en representación del grupo de impositores afín al PNV, señaló que "conseguir esta mayoría ha sido algo esperanzador e impulsa un proyecto estratégico para el territorio y el país, en lo social y lo económico". El portavoz señaló además que "hoy no es día para grandes discursos, es un día de actos".
triunfo del consenso Su homólogo socialista, el alcalde de Portugalete, Mikel Torres, señaló en nombre de su grupo que "este es un día no sé si histórico pero sí trascendental". Para el miembro del PSE, "el consenso tantas veces reclamado ha sido posible y nosotros damos la bienvenida a las modificaciones y al acuerdo si ha permitido ese consenso". "Cuando se busca y se cree en algo, se logra", afirmó.
Arantza Urkaregi, en nombre de los representantes de la izquierda abertzale, resaltó que "gracias al acuerdo con Bildu algunas de las dudas que nos dejaba el acuerdo han sido resueltas y aspectos como la no privatización, la Obra Social o el futuro de los trabajadores han sido asegurados. En consecuencia hacemos nuestro el acuerdo, pese a algunos desacuerdos, y votamos sí".
El secretario general de EA, Peio Urizar, dijo, por su parte, que el acuerdo demuestra que Bildu -coalición que integra su partido- "no es antisistema ni está instalada en la obstrucción de todo proyecto".
El coordinador general de Ezker Batua Berdeak, Mikel Arana, aseguró por último que no entiende las razones por las que formaciones políticas que "no hace tanto tiempo" se opusieron a la formación de una "verdadera caja vasca" ahora defiendan, "con el argumento de hacer país", la creación de un banco que "desde luego tendrá mucho menos control público que las cajas actuales". Los miembros de su partido votaron en contra de la integración de las tres cajas.