Vitoria. La integración de las cajas vascas será una realidad mañana cuando las asambleas de BBK y Vital den el visto bueno y se reforzará la próxima semana cuando la de Kutxa certifique el acuerdo a tres. Antes, hoy mismo, los consejos de administración de las tres darán el visto bueno al documento definitivo. Ayer fue el turno de las valoraciones políticas. Mientras Bildu se adjudicaba el éxito del proceso, PNV y PSE insistieron en el acuerdo de la coalición con las cajas no aporta "nada sustancial" al logrado previamente con el resto de partidos. Bildu, en rueda de prensa señaló que gracias a sus votos -sin expresar las cifras- el sí será una realidad en la asamblea de Kutxa.

El presidente del Euzkadi Buru Batzar del PNV, Iñigo Urkullu, insistió ayer que Bildu "estaba absolutamente equivocado" sobre el proyecto del fusión y elogió la labor de los tres presidentes de las cajas de ahorro que "han conseguido hacérselo entender".

En una conferencia de Nueva Economía Fórum, Urkullu valoró el trabajo de los profesionales de BBK, Kutxa y Vital y destacó la negociación que han desarrollado personalmente los tres presidentes -Mario Fernández, Xabier Iturbe y Carlos Zapatero- para lograr un acuerdo. Por ello, argumentó que al sumarse al acuerdo, Bildu "ha admitido que estaba absolutamente equivocado" al interpretar la parte del texto que se refería a las fundaciones de las cajas.

Según Urkullu, la Obra Social de la entidad resultante no se establecerá porque Bildu lo haya demandado para sumarse a la fusión, sino que "el compromiso social no ha cambiado" y ya aparecía en la propuesta inicial que en los próximos tres años las cajas "destinarían a obra social lo mismo que han venido destinando, cuando menos". Urkullu aseguró que "no ha cambiado nada" en los términos que se plantearon de "compromiso" de Obra Social y que "los presidentes de las cajas han conseguido hacer entender a Bildu".

El portavoz del PNV en las Juntas Generales de Gipuzkoa, Markel Olano, por su parte, consideró una "magnífica noticia" el acuerdo de Bildu y las cajas ya que, según remarcó, "por encima de los intereses partidistas ha primado el interés del conjunto del país que son los que hasta ahora han obstaculizado los diferentes procesos que se han puesto en marcha". El líder del PSE-EE de Gipuzkoa, Iñaki Arriola, advirtió ayer de que el acuerdo al que ha llegado Bildu con las cajas no aporta "nada sustancial". Según Arriola, a la coalición "le está entrando la sensatez a medida que toca poder". "Nadie puede decir que gracias a su intervención hayan salvado nada que no estuviese decidido ni han aportado nada que no estuviese ya acordado", destacó. El también consejero de Transportes destacó el "importante grado de consenso" con el que se va a producir la fusión, fruto de "un ejercicio de responsabilidad" y una "estrategia conjunta" de las diferentes formaciones políticas que "va a beneficiar a los ciudadanos de los tres territorios".

El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, también emitió ayer sus opiniones aunque lo hizo en la línea del PP en los últimos meses sobre la fusión, jugando al despiste. Basagoiti alertó de que el acuerdo para la fusión "no está hecho al 100%" y que la posición del PP "se cerrará en función de si sus órganos de gestión son plurales y profesionales". "Si alguien está pensando que como Bildu ha dicho que sí, ahora vamos nosotros y ponemos 16 consejeros de nuestro partido político que lo único que han visto de números son la matrícula del coche oficial, esto puede que no salga" porque "falta un paso fundamental", relativo a la composición del consejo de administración del nuevo banco, dijo. Con todo, el acuerdo político, a la espera de un posible acuerdo laboral, posibilitará que mañana las asambleas de las cajas vizcaína y alavesa den su visto bueno, con el apoyo de los cuatro grandes grupos políticos a la integración en forma de SIP. Será un hecho histórico en lo político que dará fin a varios intentos de fusiones frustradas en lo económico, y que dará pie al nacimiento de una entidad, Kutxa Bank, que pretende casi triplicar sus beneficios en solo cinco años: de 380 millones de euros, en 2010, hasta los 846 previstos para 2015, según anunciaron las propias cajas. Un banco, al que volcarán sus negocios las cajas de ahorros, que permitirá al tiempo impulsar la economía vasca a través de la financiación.