MADRID. En concreto, en el caso de Société Générale, la agencia ha rebajado su nota desde 'Aa2' a 'Aa3', con perspectiva 'negativa', mientras que ha recortado desde 'Aa1' a 'Aa2' la calificación de Crédit Agricole, que mantiene una participación del 24,7% en Bankinter. En el caso de BNP Paribas, Moody's mantiene su 'rating' 'Aa2'.
Respecto a la rebaja de la calificación de Société Générale, Moody's cree que el banco tiene un nivel de capital que puede hacer frente a las potenciales pérdidas en las que es probable que incurra por sus tenencias de bonos soberanos griegos y que además le permitirá seguir adecuadamente capitalizado incluso si se deteriora aún más la solvencia de la deuda portuguesa y griega.
En el caso de Crédit Agricole, la agencia considera que tiene considerables recursos de capital para absorber las pérdidas potenciales que pueda tener su exposición a la deuda griega, principalmente a través de su filial Emporiki Bank of Greece, aunque incide en que esta exposición es "demasiado elevada" para mantener su anterior calificación.
La agencia también ha decidido mantener el proceso de revisión para una posible rebaja del rating de Crédit Agricole para analizar las implicaiones que una mayor fragilidad en los mercados financieros bancarios podría tener en su perfil dada su continuada dependencia de la financiación mayorista. A este respecto, aclara que un nuevo recorte de la calificación no es probable que sea superior a un escalón.
Sobre BNP Paribas, Moody's cree que tiene un "colchón adecuado" para respaldar su exposición a Grecia, Portugal e Irlanda, por lo que no ve necesario de momento modificar su calificación. Sin embargo, ha prorrogado el proceso de revisión de su calificación para una posible rebaja, que probablemente no será superior a un escalón.
En este sentido, también alerta de las consecuencias que puede tener para la entidad la fragilidad que probablemente persista en los mercados de financiación, dada su dependencia de la financiación mayorista. "BNP tiene un nivel suficiente de rentabilidad y capital para absorber las pérdidas potencias en las que es probable que incurra con el tiempo debido a sus bonos soberanos griegos", incide.
En el caso de las tres entidades, la agencia asume pérdidas potenciales superiores a las que ha reconocido la entidad y alerta de los desafíos estructurales a los que se enfrentan los perfiles de liquidez y financiación de los bancos, principalmente por el empeoramiento de las condiciones de refinanciación, que podría tener consecuencias a largo plazo en el comportamiento de sus franquicias.