vitoria. El nuevo diputado de Hacienda de la Diputación alavesa, el popular José Zurita, compareció ayer en su primera aparición pública para transmitir malas noticias. El responsable alavés anunció así en sus primeras palabras lo que poco más tarde desveló como un desfase presupuestario de 40 millones de euros.

El agujero de la Hacienda alavesa está muy lejos de los más de 100 millones de desfase con el que se destapó la víspera su homóloga guipuzcoana, Helena Franco, y también el tono del responsable alavés fue muy diferente. Mientras la diputada de Bildu en Gipuzkoa cargó contra el anterior equipo de gobierno, endosándole la responsabilidad del desajuste, Zurita en cambio elogió la postura "conservadora" de su antecesor, el jeltzale José Luis Cimiano, en el control de los gastos y la deuda y atribuyó el desfase de Álava a una caída de la recaudación, fundamentalmente por el descenso del IVA.

El diputado alavés cifró la desviación negativa de los presupuestos del territorio en torno a un 10%, ya que frente a una previsión inicial de ligero aumento en los ingresos para este año, en estos primeros siete meses del ejercicio las arcas forales han experimentado, sin embargo, un descenso en los datos reales.

Ante este panorama, el titular de la Hacienda alavesa abogó por aplicar un duro ajuste de gastos en la Diputación, aunque no llegó a especificar dónde meterá la tijera su equipo de gobierno. Eso sí, dejó claro que descarta apostar por una subida de impuestos y, en este sentido, eludió el debate fiscal.

Zurita seguía así la línea marcada por su jefe Javier de Andrés, que en su primera reunión con Patxi López como diputado general de Álava ya se mostró contrario a abordar una posible reforma tributaria para incrementar la presión fiscal, tal y como planteó el lehendakari en su ronda con los tres mandatarios forales el 20 de julio.

A este respecto, y a pesar de que el popular reconoció que la situación financiera de la Diputación alavesa es "complicada", también afirmó que la intención del Ejecutivo foral no es recurrir a la deuda pública ni subir los impuestos, sino que abogó por "ajustar por la vía de gasto" y "no trasladar la presión a los ciudadanos".

El titular de la Hacienda foral recordó que el endeudamiento actual de la Diputación asciende a los 353 millones de euros aprobados por las Juntas Generales y que cualquier alteración de la misma debería pasar por la Cámara alavesa.

efecto rover aislado Asimismo, en lo que se refiere a esta situación, tranquilizó a la ciudadanía afirmando que "la deuda está muy por debajo de lo que marca la ley de estabilidad presupuestaria" y puntualizó que dentro de esta desviación no está incluido el efecto Rover, "porque está aislado".

Precisamente para mostrar la mayor transparencia posible Zurita anunció que ayer mismo solicitó una comparecencia en las Juntas Generales "para hacer partícipes a todos los grupos parlamentarios de las previsiones de la institución foral en cuanto a la recaudación y sus causas". De esta forma, el diputado de Hacienda también pretende lanzar un guante al resto de los grupos de cara a poder consensuar las posibles soluciones a un agujero de 40 millones de euros, que supone un serio obstáculo a la hora de gestionar las Cuentas hasta final de año.

Así las cosas, aunque Zurita no desveló dónde se realizarán los ajustes para compensar el descenso en la recaudación con la necesidad de gasto, sí hablo de "líneas rojas" que el Ejecutivo foral tiene claro que no traspasará. Estas directrices se refieren fundamentalmente al gasto social y el apoyo a la creación de empleo, uno de los caballos de batalla para salir de la crisis. Además, también anunció que se reforzará especialmente la lucha contra el fraude fiscal.