La salida de Gadafi y un hipotético aumento de la producción de petróleo animan a los parqués

Bilbao. Las bolsas europeas comienzan optimistas la semana, tras una anterior marcada por las pérdidas generalizadas. Las bolsas europeas cerraron ayer los parqués con ganancias superiores al uno por ciento tras semanas de caídas, surgidas tras la crisis de deuda en algunos países del euro y el temor a una recesión global. El principal indicador de la Bolsa española, el Ibex-35, encabezó las ganancias del viejo continente con una subida del 1,87% hasta alcanzar los 8.293,90 puntos. Y todo, pese a que las no halagüeñas noticias sobre el crecimiento de la economía mundial siguen surgiendo.

Según algunos expertos, el rebote puede venir dado por un ajuste tras la sobreventa de las últimas semanas además de la probable caída del régimen de Gadafi. Y la salida del líder libio conllevaría la recuperación de la producción de petróleo a los niveles anteriores al conflicto, según han asegurado los propios líderes rebeldes.

Fráncfort fue la única plaza en cerrar en rojo en el continente, con una leve caída del 0,11%. Fue, además, su quinto retroceso consecutivo. Y eso, pese a que a media tarde había llegado a ganar un 1,68%, hasta los 5.572 puntos. Pero el alza de Wall Street y el repunte de los grandes valores empujaban el resto de plazas europeas en una jornada en la que el sector farmacéutico y el energético fueron los grandes ganadores del día.

Milán ganaba un 1,78% ayer, mientras, el CAC 40 de París avanzaba un 1,14% y el FTSE de Londres, alrededor de un 1,08%. El Euro Stoxx 50, que congrega a las principales empresas de la zona euro, repuntaba un 1,13%. Los parqués europeos mostraron así una lenta recuperación pero el nerviosismo se mantuvo durante toda la jornada, de nuevo. Por ello, los inversores siguen buscando valores más seguros que la bolsa, como el oro, que ayer volvió a batir un récord: 1.877,50 dólares la onza.

Entre tanto, el presidente de Société Générale, Frédéric Oudéa, pronostica que la tensión sobre la cotización de las entidades financieras en los mercados va para largo. "El nerviosismo sobre los valores bancarios puede durar al menos hasta principios de noviembre. Entonces, tendremos la ocasión de comunicar al mercado que la banca no tiene problemas de liquidez, que su actividad está sana y que su capacidad de inversión intacta", señaló Oudéa, máximo responsable de uno de los bancos europeos más castigados en las últimas semanas por las caídas bursátiles.