madrid. Las urgencias en materia económica apremian, y el Gobierno español quiere tener listas sus reformas cuanto antes. Por ello, el Ejecutivo pidió ayer al Congreso que celebre un pleno extraordinario la semana que viene a fin de no demorar la aprobación de las medidas acordadas en el Consejo de ministros de mañana. Está previsto que se presente al Congreso una propuesta de modificación en la recaudación del Impuesto de Sociedades y un recorte del gasto farmacéutico.
Aunque la elección de la fecha del próximo pleno corresponde al propio Congreso, el portavoz del Gobierno, José Blanco, intentó acelerar la convocatoria en declaraciones a RNE, en las que explicó que "el deseo" del Ejecutivo es que dicho pleno se celebre la semana que viene. Esto permitiría someter a votación entonces las medidas consensuadas mañana por el Consejo de ministros, reformas "necesarias e importantes", según Blanco, de cara a cumplir con el objetivo de déficit y con el plan de consolidación fiscal.
5.000 millones El Gobierno pretende de esta forma que el Congreso apruebe "con carácter de urgencia" una modificación en el pago del Impuesto de Sociedades y un recorte en el gasto farmacéutico, con lo que se podrían ahorrar casi 5.000 millones en las arcas del Estado, según justifica el Ejecutivo. El primero de estos ajustes consiste en obligar a las grandes empresas españolas a pagar por adelantado el Impuesto de Sociedades, a fin de lograr una recaudación "más rápida y eficiente", dijo Blanco, que insistió en que la norma no introducirá un aumento de la tributación y pidió a la CEOE, organismo que ha mostrado su rechazo, que "arrime el hombro" en tiempos de crisis.
Este adelanto del pago "no tiene por qué no gustar", dijo el portavoz del Ejecutivo. "Yo conozco empresas que no han manifestado ningún problema y en un momento como éste, todos tenemos que arrimar el hombro", dijo. Por otro lado, el Gobierno pretende imponer, a través de una ley, el uso de medicamentos genéricos en el sistema de salud público. A pesar de la oposición que han mostrado ya las empresas farmacéuticas, se calcula que recetar genéricos permitiría al Estado ahorrarse hasta 2.500 millones de euros, por lo que Blanco apeló ayer a médicos y pacientes para que respondan favorablemente a esta reforma y potencien su uso. En cualquier caso, será el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien explique al resto de grupos políticos los pormenores de estas dos reformas en el pleno que su gabinete ha pedido convocar con carácter de urgencia.